Gordillo: "No soy el 'maestrito' de los 70"
Luis Gordillo inauguró ayer en la galería Soledad Lorenzo de Madrid una exposición de obra reciente. La presentación del catálogo es un texto del crítico norteamericano Dan Cameron. Gordillo opina que la visión que se ha dado en la prensa de su obra lo ha encasillado como el maestrito de los años setenta, y él tiene el propósito de que se acabe con esa idea y se busquen nuevas interpretaciones de su obra.
"A escala española y a nivel periodístico se ha ido siempre en España por la línea de menor erosión, de menor conflicto o fricción", dice Luis Gordillo ."Se trata de repetir ciertas ideas estándar: Gordillo, el maestrito de los años setenta por ejemplo. Y si dan con una idea como ésta ya estás frito. Y además, a nivel periodístico incluso en la crítica -se sabe que la crítica la hace uno y después todos la copian, la fusilan-, se reduce pronto el campo de interpretación de cualquier cosa. Se va a la peladilla, una idea que haga chispa y se acabó, y las cosas normalmente no son tan unilaterales"."Por ejemplo, siempre se dice de mí lo del maestrito de los años 70. Cameron, en cambio, inicia una idea que para mi es mucho más halagadora. Yo desde que empecé a pintar he estado rompiendo constantemente mi propio estilo. Él dice que mi postura de maestro -me da mucha vergüenza decirlo- no es sólo con respecto a los años setenta, sino por esa idea de poner constantemente en cuestión el estilo de uno. Es decir, ya el estilo personal no sería una estilística de los setenta, sino una estilística del cambio continuo".
"Se me ha encasillado en el maestrito de los años setenta, y eso es algo contra lo que me rebelo totalmente, porque mi pintura -y lo he dicho miles de veces, pero parece que no se enteran- empezó antes. Antes de los setenta yo ya había cambiado de estilo tres o cuatro veces. Si no hubiera existido lo anterior no habría llegado a lo de los setenta; además, después he cambiado mucho".
"En España ahora hay tendencias de pintores que creen que cuanto más tiempo tenga un cuadro y cuantos más monigotes ponga y más espacios cree y más colores tenga, el cuadro es mejor, porque se puede explicar más y hay más anécdotas. Yo no soy ya de esa opinión. No digo que ellos lo hagan mal, pero desde mi punto de vista pienso que la intensidad de un cuadro no viene del amontonamiento ni de síntesis demasiado sobrecargadas. La densidad de un cuadro viene del acierto".
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