_
_
_
_
Crítica:MÚSICA CLÁSICA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fascinante Beethoven

Con asistencia de la reina doña Sofia, y en medio de clamorosas ovaciones, terminó el domingo en el Teatro Real el ciclo de las sonatas de Beethoven que ha desarrollado Daniel Barenboim en dos envites: el primero, en noviembre, del 6 al 11, y el segundo, en febrero, desde el 3 al 8.No hay gran pianista sin palabras propias sobre las Sonatas de Beethoven. Ante ellas es preciso dejar de lado cualquier idea sobre el héroe Beethoven para abrazar la de un humanismo que Stravinski veía más alto que el de Bach o Mozart. Ni siquiera cabe aplicar ideas interpretativas a Beethoven dependientes de cada época y los gustos respectivos, ya que en todo tiempo la capacidad de imaginar el piano de Beethoven ha sido tan amplia como varia.

Daniel Barenhoim

Cielo de sonatas para piano de Beethoven. Intérprete: Daniel Barenhoim. Teatro Real. Madrid, 3, 5, 7 y 8 de febrero

En la nuestra, por ejemplo, tenemos un Pollini "sustancialmente tradicional", tal lo analiza Paolo Rattalino; un Brendel decidido a ver los pentagramas beethovenianos desde un sentimiento vienés a lo Schubert; un Gulda capaz de conciliar el buen orden y el más fuerte impulso renovador; un Ashkenazi que parte, esencialmente, de la valoración de las sonoridades para ceder, en los tiempos lentos, a una complacencia romántica del fraseo.

Daniel Bareriboim significa, sobre todo, la fantasía, sin el quasi beethoveniano. Pocos pianistas nos dan la sensación a lo largo de sus intervenciones de un acto creador que no por ello cede al capricho. Fantasía de la imaginación sonora; fantasía en el contraste de los caracteres, tan marcado en las últimas sonatas. Todo ello sometido a una elegancia que suaviza la rudeza y evita los excesos místicos. Incluso, en el juego de los tiempos y las significaciones, sabe medir Barenboim el arrebato frente a la serenidad.

Hondura del pianismo

Se ha hecho tópico en cierta crítica, amiga de lo lineal y formulario, el principio de que el Barenboim director ha perjudicado notablemente al pianista, como si el enriquecimiento de la personalidad musical pudiera dañar cualquiera de sus dedicaciones. ¡Todo lo contrario! Creo sinceramente que la mayor hondura del pianismo de Barenboim se produce cuando escala muy altas cotas en su condición de director. ¿Cómo explicar, si no, ese andante de la sonata opus 109, número 30, con las seis variaciones de interés pianístico y musical creciente que, al fin, se repliegan en el tema básico? O la verdadera magia de la sonata 31, en la bemol, con su comienzo verdaderamente schubertiano y la explotación de atmósferas sonoras. O la meridiana solución de, lo más misterioso que Beethoven escribió para piano, la última sonata, opus 111, puerta abierta al futuro y, a la vez, concentración máxima del hombre al final de su existencia.

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_