_
_
_
_
Reportaje:

Nuevas estadísticas aseguran que en 1990 morirán 50.000 personas de SIDA en Estados Unidos

Francisco G. Basterra

La histeria sobre el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se extiende en Estados Unidos de la mano de nuevas estadísticas, que predicen 50.000 muertos por esta enfermedad para el año 1990. Se calcula que entre un millón y un millón y medio de norteamericanos son portadores del virus que provoca. la enfermedad, y, aunque estén actualmente sanos, son potenciales transmisores y pueden enfermar dentro de unos años. Las autoridades federales están considerando recomendar análisis de sangre para detectar la infección para todos aquellos ciudadanos que quieran casarse y pidan un permiso matrimonial, para quienes ingresen en un hospital y para las mujeres embarazadas.

Más información
¿Se debe informar de la causa de la muerte?

Los defensores de los derechos civiles claman que esto sería una invasión intolerable de la privacidad y obligaría a potenciales enfermos a huir de los hospitales por miedo a ser descubiertos.El Centro Oficial de Enfermedades Infecciosas de Atlanta, una organización gubernamental, ha convocado un deba te abierto a finales de este mes tras el que decidirá si recomienda formalmente la extensión de las pruebas de sangre. Su director, el doctor Walter Dwodle afirma que los niños serían los beneficiarios potenciales de las pruebas premaritales y prenatales. Existe entre un 30% y un 50% de probabilidades de que una madre que da positivo en una prueba del virus del SIDA transmita la infección a su hijo.

Hasta ahora sólo son analizados obligatoriamente los donantes de sangre y los reclutas militares, y se recomienda a los grupos de alto riesgo: homosexuales y drogadictos intravenosos, En San Francisco, centro de una de las más importantes comunidades gay de EE UU un centro hospitalario ya está aplicando un programa de búsqueda de contactos que, aplicando técnicas detectivescas, trata de encontrar a todas las personas que años atrás tuvieron contacto sexual con el enfermo de SIDA.

El ministro de Sanidad, Otis Bowen, asegura que el SIDA está a punto de dejar pequeña a la peste negra y habla de 270.000 nuevos casos en los próximos cinco años."Cuando una persona realiza el acto sexual no lo está haciendo sólo con su compañero o compañera, sino que lo practica con todas las personas con las que su pareja lo ha hecho durante los pasados 10 años", dice Bowen.

Los condones

Pero la amenaza potencial y el hecho de que los heterosexuales no están a salvo de está enfermedad incurable, aunque sólo un 4% de los casos actuales en EE UU se han detectado entre la población heterosexual, han convertido al condón en el artículo de moda. Este producto hasta ahora tabú, innombrable, que no podía anunciarse en televisión ni era aceptado por los principales periódicos y semanarios, ha pasado al primer plano en la batalla contra el SIDA. Toda alusión a un anticonceptivo era considerada ofensiva y demasiado polémica para los estándares morales de la ciudadanía.En algunas universidades de Nueva York, los estudiantes, con permiso de las autoridades académicas, se intercambiarán el 14 de febrero, día de San Valentín, cajitas con profilácticos, Hace sólo unos años, en la película El día después, que mostraba los efectos de un ataque nuclear sobre EE UU, la cadena de televisión ABC, productora del filme, tuvo que retirar la palabra diafragma y se veía a una de las protagonistas buscando la cosa en medio del holocausto.

Cuarenta emisoras de televisión han aceptado en las últimas semanas -la primera fue en San Francisco y la pasada semana lo hizo por primera vez una en Washington- anuncios de condones, con un lenguaje muy delicado y sin sugerir para nada su capacidad anticonceptiva. La televisión del mundo que ofrece más violencia y adulterio en su programación, a cualquier hora del día, protegerá la virtud nacional transmitiendo únicamente los anuncios de profilácticos a partir de las once de la noche, cuando se supone que no hay niños frente al televisor.

"Soy un muchacho de 24 años", afirma, incómodo, un joven universitario en uno de los primeros anuncios. "Soy soltero y estoy preocupado. Soy un buen tipo y salgo con chicas agradables. Estos días están ocurriendo cosas terribles a gente realmente estupenda. Por todas las razones legítimas, Trojan". Y la cámara ofrece un primer plano de la cajita de las mágicas gomas.

Aun así, las centralitas telefónicas de las televisiones registran más llamadas en contra de la medida que a favor, y la diócesis de Detroit considera inmoral este paso. Pero las barreras van cayendo, y el The New York Times -bastión del liberalismo en la Prensa- y los semanarios Time y Newsweek han comenzado a publicar los primeros anuncios de condones. Una chica joven, en primer plano, con cara de angustia, afirma: "Por amor estoy dispuesta a hacer muchas cosas, pero no a morir".

El ministro de Educación, William Bennet, un furibundo conservador cruzado del reaganismo en estado puro, está furioso porque el SIDA ha dado oportunidad a los liberales para acentuar la educación sexual en las escuelas, con especial hincapié en el uso de condones, en una campaña realizada por las autoridades sanitarias. Este país tiene el mayor índice mundial de embarazos de adolescentes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_