Las empresas estatales soviéticas elegirán a sus dirigentes y tendrán más autonomía

Las empresas estatales soviéticas elegirán a sus responsables y tendrán más autonomía que en la actualidad, pero podrán ser liquidadas en caso de insolvencia, según un proyecto de ley cuyo contenido fue publicado ayer en tres páginas de Pravda, el órgano oficial del Partido Comunista de la URSS.

El decreto fue aprobado en el pleno del Comité Central del partido reunido en Moscú a finales del pasado mes de enero y será objeto de un "debate popular" antes de su aprobación por el Soviet Supremo (Parlamento), que está prevista para el próximo verano.El proyecto de ley refleja la preocupación por la eficacia económica y por la extensión de la "autogestión socialista", pero no pone en cuestión el principio sacrosanto de la gestión centralizada.

Los responsables de las empresas, desde el director a los jefes de equipo, serán elegidos y revocados, "mediante voto secreto o a mano alzada", por los trabajadores reunidos en asamblea general.

La elección del director, cuyo mandato será de cinco años, tendrá que someterse a la aprobación del ministerio correspondiente. El mandato de los otros dirigentes será de dos o tres años, según los casos.

Los fabricantes podrán vender sus productos a través de centrales especializadas, por contrato directo con los consumidores o "de forma autónoma". A fin de estimular la calidad, se podrán vender a "precios más elevados", siempre que "correspondan o sean superiores a las mejores normas mundiales". Por el contrario, podrán establecerse penalizaciones por la fabricación de "productos anticuados o de mala calidad".

Rentabilidad

"La empresa debe ser rentable", asegura el proyecto, que prevé la liquidación de las unidades de producción que "trabajen con pérdidas o sean insolventes durante un período prolongado". No se fija, sin embargo, ningún plazo al respecto.Los trabajadores que se queden sin empleo por estas disoluciones percibirán durante tres meses el equivalente al salario medio en el país (unas 38.000 pesetas), y los que no puedan encontrar un nuevo trabajo en su especialidad serán reciclados.

En materia de cooperación con el extranjero, el documento prescribe que las empresas "den prioridad" al establecimiento de lazos con los países del Comecon (mercado común del bloque socialista), pero preconiza la creación de sociedades mixtas con los países capitalistas. Las empresas que exporten una parte "considerable" de su producción serán autorizadas a hacerlo sin intermediarios.

Por otra parte, llegó ayer a Moscú la delegación china que a partir del lunes reanudará las conversaciones sobre cuestiones fronterizas con la Unión Soviética, tras una interrupción de nueve años. Qian Quichen, viceministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, preside el grupo de negociadores de su país. La URSS no ha dicho cuál de los viceministros de Exteriores dirigirá la delegación soviética, si bien fue Igor Rogachev quien recibió ayer a Qian.

Las conversaciones se iniciaron en febrero de 1964 y prosiguieron con intermitencia hasta mayo de 1978, cuando fueron interrumpidas por Pekín en protesta por la invasión soviética de Afganistán. El diálogo no condujo jamás a ningún resultado concreto.