ETA Militar libera al industrial Jaime Caballero tras 59 días de secuestro
ETA Militar liberó en la tarde de ayer, en el alto de Arrate, cerca de Éibar, al industrial guipuzcoano Jaime Caballero, que la organización terrorista mantenía secuestrado desde hacía 59 días. El gerente y accionista de Papelera del Oria fue abandonado, encadenado a un árbol, poco antes de las siete de la tarde, en un pinar situado en las inmediaciones de la ikastola Iturburu, a unos 60 kilómetros de San Sebastián.
Jaime Caballero se encontraba sumamente nervioso, excitado por la sensación de libertad y, pese a su buen aspecto exterior -estaba aseado y afeitado-, parecía fisicamente agotado, según indicaron los miembros del servicio de asistencia DYA, que acudieron a socorrerle alertados por una llamada telefónica recibida a las 1915. El anónimo comunicante indicó que un hombre se encontraba atado a un árbol en el alto de Arrate, precisó el lugar y añadió que la llave del candado que cerraba la cadena estaba allí mismo, en el interior de una caja de madera.
"No me lo puedo creer", dijo Caballero al verse en libertad. Durante el trayecto hasta su domicilio, en San Sebastián, el industrial comentó a los miembros de DYA que había permanecido durante 19 días de su cautiverio en un habitáculo no mayor que el espacio de la ambulancia.
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Jaime Caballero afirma que fue bien tratado durante su cautiverio
Viene de la primera páginaCaballero indicó a los miembros de DYA que le traslaban a su domicilio que había sido bien tratado durante su cautiverio y que sus secuestradores le dieron la noticia de su liberación esa misma mañana. Añadió que la comida era buena, que recibía periódicos atrasados con las noticias relativas al secuestro recortadas y que las fechas más duras fueron el 6 y el 20 de enero, el día de Reyes y el de la fiesta de San Sebastián. A su llegada a su domicilio, en el barrio donostiarra del Antiguo, sobre las 20.40, fue saludado con una ovación por el grupo de familiares, amigos y vecinos que se agolpaban en el portal. El recién liberado se fundió en un abrazo con su hermano José María y dijo a los periodistas que no quería saber nada ni hacer declaraciones. "Ahora dejadme en paz, por favor", fueron sus palabras textuales a los informadores antes de entrar en su casa. El industrial guipuzcoano vestía un pantalón de pana, un jersei y una camisa, prendas distintas de las que llevaba el día de su secuestro, y calzaba unos zapatos relucientes. Entró en su casa, abrazó y besó a su familia y pidió ducharse. Su hijo pequeño, de 10 años de edad, llegó corriendo a su casa gritando por la calle: "Papá, papá".
Silencio
El portavoz de la familia durante el secuestro, Francisco Tuduri, cumplió hasta el final la consigna de guardar silencio ante la Prensa y dijo a los informadores que ignoraba la existencia de contactos, negociaciones y el pago de un rescate. Precisamente ayer el diario Deia indicaba que la cifra del rescate finalmente acordada entre la familia Caballero y ETA Militar se aproxima a los 200 millones de pesetas.
Hace dos semanas, fuertes cercanas a la familia Caballero apuntaron que las exigencias de ETA se situaban en aquellos momentos en los 325 millones. Un banco guipuzcoano, al que estuvo ligado profesionalmente el padre del secuestrado, ha intervenido, al parecer, en las gestiones para reunir el rescate que permitirá a ETA Militar aliviar su maltrecha economía. Cabe suponer que la organización terrorista hizo llegar días atrás a la familia Caballero pruebas de que el secuestrado estaba bien de salud y en su poder.
[Los trabajadores de la empresa Papelera del Orla, de la que Caballero es gerente y accionista, recibieron con "gran satisfacción" la noticia de la liberación del secuestrado, al que consideran "como un miembro de la familia". También expresaron su satisfacción por el fin del cautiverio del industrial el secretario general de los socialistas vascos, Txiqui.Benegas, y el nuevo presidente de Alianza Popular, Antonio Hernández Mancha, quien encabezó, el pasado 10 de enero, una manifestación convocada por su partido en San Sebastíán para pedir la libertad de Caballero. La oficina de prensa del PNV hizo público un comunicado en el mismo sentido, según informa la agencia Efe.]
El secuestro de Jaime Caballero, el más largo de los realizados por ETA en Euskadi, se ha caracterizado por el silencio informativo impuesto por la familia, que hizo varios llamamientos públicos a la organización terrorista para que diera pruebas de que el industrial guipuzcoano se encontraba en su poder y en buen estado de salud, y por la ausencia de grandes movilizaciones de protesta. Recientemente la Asociación por la Paz de Euskalherría criticó la ausencia de otras reacciones ante el secuestro, e invitó a los partidos y al Gobierno vasco a prornover una gran manifestación. La policía ha atribuido la, acción del secuestro de Jaime Caballero al comando Donostia de la organización terrorista.
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