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UGT y CEOE hacían anoche los últimos esfuerzos para conseguir un acuerdo en 1987

UGT esperaba anoche una respuesta de la CEOE sobre un posible acuerdo interconfederal para 1987. En los últimos días ambas organizaciones han realizado intensos esfuerzos encaminados a limar diferencias y establecer unos mínimos puntos de coincidencia. A últimas horas de ayer aún no se sabía la respuesta de la patronal, pero las dificultades parecían centradas en el establecimiento de la banda salarial, que, por parte de la central socialista, seguía entre el 5% y el 7%

Los contactos entre la patronal CEOE y el sindicato UGT se han llevado dentro de un gran sigilo, y aunque la práctica habitual de todos los acuerdos ha sido siempre similar y se ha basado en contactos secretos preparatorios de la negociación oficial, en esta ocasión las conversaciones han discurrido en una opacidad absoluta.Anoche, sin embargo, fuentes cercanas a los negociadores admitieron que los contactos se habían producido y que en las últimas horas se habían intensificado. En principio, estaba previsto hacer público en la tarde de ayer los resultados de los contactos. UGT, al menos, tenía previsto comunicar a primeras horas de la tarde si se daban las condiciones mínimas para iniciar las negociaciones formales o se daba definitivamente por imposible un acuerdo interconfederal. Posteriormente se decidió ampliar el plazo hasta mediodía de hoy.

Las dificultades del acuerdo se centran en la banda salarial a establecer en ese hipotético pacto. UGT se encuentra condicionada por la resolución de su comité confederal -máximo órgano de decisión entre congresos- que mandaba al sindicato para defender una banda salarial entre el 5% y el 7%, con la posibilidad, además, de superar por arriba estas cifras.

Temor a las subidas

En la búsqueda del acuerdo han influido varios factores. Por parte de la patronal parece haber pesado el temor de destacados dirigentes empresariales -de sectores muy significados- a que, sin acuerdo, se produjeran subidas salariales mayores, en contra de lo que ocurriera en 1983. Y subrayaban que hasta ahora los convenios firmados se mueven con subidas salariales en torno al 7%. Ayer mismo se firmaba con el 6,80% el convenio de Uralita. Pero sobre todo, preocupa en sectores empresariales la unidad reivindicativa que se está dando entre CC OO y UGT que en una negociación libre podría traducirse en convenios "nada favorables para la patronal".Por otra parte, y tras conocerse la posibilidad de rebajar en un punto la cotización a la Seguridad Social, algunos empresarios han defendido que si esa reducción se produce puede negociarse sin demasiados problemas con una banda de refencla entre el 5 y el 7%,. Y eso sería siempre preferible a una negociación que, de no haber acuerdo, arrancaría con una banda formada por el 7% que exige UGT y el 8% planteado por CC OO.

No todos los sectores empresariales comparten estos razonamientos v otros hablan de mantener a ultranza el 5% como único punto de referencia. Tal vez el más drástico en este aspecto -se comenta en círculos de la patronal- sea el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), Rafael Termes, que pro puso formalmente que la CEOE recomendara a las empresas dar un 5% a cuenta, siguiendo el ejemplo de la banca, y dando por cerrada la negociación.

UGT, por su parte, ha recibido fuertes presiones de áreas del Gobierno, interesado en que haya acuerdo. Y, cuando no han sido presiones, han sido amistosas recomendaciones como la que el comisario europeo, Manuel Marín, hizo ayer a la ejecutiva del sindicato, haciéndoles ver que en Europa se aceptaría de forma muy positiva un acuerdo para 1987.

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