El pueblo filipino se vuelca en apoyo de la apertura democrática de Aquino
Una mayoría aplastante del pueblo filipino dio ayer su apoyo a la apertura democrática emprendida hace casi un año por la presidenta, Corazón Aquino al refrendar con su voto la nueva Constitución, que sustituirá a la aprobada en 1973 bajo la ley marcial del dictador derrocado Ferdinand Marcos. Estos resultados suponen una importante baza de la presidenta, cuyo mandato queda prorrogado por la Carta Magna 1992, frente a los militares golpistas y a la guerrilla, que ha roto las conversaciones de paz con el Gobierno.
La Comisión Electoral (Comelec), organismo gubernamental, y el Movimiento Nacional de los Ciudadanos para unas Elecciones Libres (Manfrel) coinciden en que la participación superó el 80%, una cifra que supera incluso las expectativas más optimistas del Gobierno. El recuento oficioso de Manfrel -el escrutinio oficial no se hará público hasta el jueves- arroja casi un 80% de votos afirmativos.La jornada electoral transcurrió sin incidentes significativos en un territorio de 7.000 islas donde se instalaron 87.000 colegios electorales para un censo de 25 millones de votantes.
Conocidos los primeros datos, el éxito del Gobierno fue reconocido por el propio Juan Ponce Enrile, ex ministro de Defensa de Marcos que también lo fue de Aquino hasta su destitución, el pasado mes de noviembre, por estar implicado en un intento golpista.
Esta victoria indiscutible refuerza la posición de la presidenta frente a los sectores involucionistas, que, bien anclados en las fuerzas armadas, han intentado derrocarle tres veces a lo largo de los últimos 11 meses, y representa una baza inapreciable ante una izquierda armada que ha roto las conversaciones de paz con el Gobierno. El carácter presidencialista de la nueva Constitución y el detallado programa de gobierno que contiene son las armas principales de que dispone Aquino para luchar en ese doble frente.
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Editorial en la página 8
