La 'gestión interesada' disminuyó la rentabilidad de Las Ventas en 1986

La fórmula gestión interesada, puesta en práctica por primera vez en la plaza de Las Ventas durante 1986, supuso una disminución de público y de rentabilidad del coso respecto a temporadas anteriores, a pesar de que el precio de las localidades aumentó en un 10% y de que la cesión del piso de plaza para espectáculos no taurinos supuso un ingreso adicional de cerca de 21 millones de pesetas.

En virtud de la gestión interesada, la Comunidad de Madrid, propietaria de la plaza, y la sociedad Toros-Madrid, cuyo consejero delegado es Manuel Chopera, comparten pérdidas y ganancias al 50%. Según las cuentas que ha dado a conocer la Comunidad, a ésta le corresponden, de beneficios, 100.765.157 pesetas (55 millones menos de lo que percibió por el canon de arrendamiento en 1985) y 48.858.627 pesetas a Toros-Madrid.Cuando la Comunidad sacó a concurso la gestión de Las Ventas, a principios de 1986, la nueva fórmula de explotación de la plaza y la adjudicación a Toros-Madrid (que precisamente presentó la peor oferta de la convocatoria), fueron contestadas por representaciones de aficionados y contaron con el voto en contra de los partidos de la oposición en la Asamblea de Madrid. Estas posiciones se fundamentaban en que la Comunidad vería reducidos sus ingresos por la cesión de la plaza, se posibilitaría el empobrecimiento artístico de la temporada madrileña y se colocaría a Chopera en situación ventajosa para la contratación global de toreros y ganaderias en otras plazas que regenta, en España, Francia y América.

La contratación global es un uso lícito, en orden a la mayor rentabilidad del negocio; pero considerando que la gestión de Las Ventas lleva aparejada la máxima influencia en el espectáculo taurino y que los gastos de explotación del coso madrileño sólo revierten en el gestor en un 50%, se abre un peculiar espacio de gestión de imposible control por parte del otro socio, que además es un organismo público. Estaba justificado que aficionados y partidos pidieran normas cautelares para prevenir este riesgo.

Los honorarios de los toreros en la temporada madrileña de 1986 fueron altos. Paco Ojeda, con 12 millones de pesetas por dos actuaciones, fue el que más cobró, seguido de Curro Romero, con 11.500.000 pesetas también por dos corridas, y de Ortega Cano con la misma cantidad, por tres.

Niño de la Capea percibió cinco millones de pesetas por su primera intervención en la feria y tres millones de pesetas por la segunda; Víctor Mendes, 7.300.000 pesetas por tres actuaciones; El Soro, 2.750.000 pesetas por una. Espartaco, 3.500.000 pesetas (este año percibirá diez por matar los Miura en Sevilla, y duplicará su cotización en Las Ventas). Diestros sin especial cartel en Madrid también cobraron importantes cantidades, como Carretero, con tres millones de pesetas por dos tardes.

Los ingresos de la temporada de Las Ventas por venta de localidades fueron de 642.952.615 pesetas; cantidad inferior a la de 1985, a pesar de que en 1986 subió el precio de los boletos. En toros y novillos se gastaron 270.806.184 pesetas, y en honorarios de toreros 212.102.624 pesetas.

Anomalías en los resultados

El total de gastos -los mencionados, más otros diversos de gestión- asciende a 656.341.362 pesetas, y el de ingresos -taquilla, carne de las reses, televisión, etcétera- a. 785.039.432 pesetas. Sumando 20.925.714 pesetas por espectáculos no taurinos, el beneficio total de la gestión es de 149.623.784 pesetas.Juan Antonio Gómez Angulo, diputado del PDP en la Asamblea de Madrid, que junto al diputado comunista Lorenzo Hernández fue uno de los más firmes opositores a la gestión interesada y a la adjudicación de Las Ventas a Chopera, denunció el pasado viernes en la conferencia inaugural del ciclo Los de José y Juan que en los mencionados resultados de la gestión hay serias anomalías.

"Los 150 millones presentados como beneficio", dijo Gómez-Angulo, "no se corresponden con la realidad, pues no se han deducido como gastos -según exige el pliego de condiciones que rige la explotación de la plaza- el 20% para la Comunidad y el 10% para el gestor sobre la recaudación de la feria de San Isidro, que fue de 519 millones de pesetas. Los porcentajes citados, que suman 155.700.000 pesetas, superan en seis millones de pesetas la cantidad que se presenta como beneficio. De donde se deduce que ambas partes han tenido que detraer cantidades de sus ingresos en San Isidro, para afrontar las pérdidas del resto de la temporada".

El diputado calificó de fracaso la gestión y señaló que pese a la subida del precio de las localidades, la Comunidad ha ingresado 55 millones de pesetas menos que el año anterior; la temporada, fuera de San Isidro, arrojó pérdidas por importe de 48.900.000 pesetas y es la primera vez en los seis últimos años que no se registra incremento de las recaudaciones.