_
_
_
_
EFEMÉRIDE DE UN CENTRO CULTURAL

Una obra en constante construcción

Lluís Bassets

"El Centro Pompidou es una de las iniciativas culturales menos chovinistas del mundo", dice Jean Maheu, su presidente, quien defiende con ardor el papel jugado por la refinería, barco o mecano, este inmenso edificio que exhibe sus tripas en mitad de un barrio, el del antiguo mercado central de París (Les Halles), totalmente transformado desde hace 10 años, a impulsos de la iniciativa más polémica, discutida y discutible de cuantas hayan realizado los poderes públicos franceses en el terreno de la cultura. "El Pompidou es una obra en constante construcción, sin fin, siempre inacabada, un taller de sí mismo en cierta forma", añade.

Maheu hace balance de las obras más recientes (la reconstrucción de la cuarta planta, que ha servido para dar más superficie al Museo de Arte Contemporáneo, o las instalaciones cinematográficas), pero se ilusiona ya en la remodelación del tercer piso, para darle todavía más metros cuadrados al arte de hoy, o en la torre en mitad de la plaza, que ampliará las instalaciones del Instituto de Investigación y de Coordinación Acústica y Musical (IRCAM), que dirige Pierre Boulez.

Polémica esperada

"Ça va fer crier" (levantará polémica", podría ser la traducción), dijo el presidente Georges'Pornpidou cuando conoció el proyecto de los arquitectos vencedores del concurso (Rogers, Plano y Franchini, un inglés y dos italianos).

Museo, biblioteca, centro de espectáculos, taller de experimentación, bulevar electrónico y audiovisual, piedra magnética en el corazón de París, emblema del cosmopolitismo de la aldea global, el Centro Pompidou ha superado las numerosas críticas que acompañaron su nacimiento y las propias expectativas de sus creadores.

Para Maheu, el éxito cuantitativo del centro no es lo más importante. "Nuestras formas de exposición, de acercar el arte a la gente"', dice, "han sido un éxito, han creado casi un estilo, hasta el punto de que el Pompidou es un modelo para otros países, España por ejemplo".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_