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Pérdidas de 1.000 millones en un incendio en la Philips

Un incendio destruyó ayer en su totalidad la central de repuestos y reparaciones que tiene la empresa Philips en la calle de Albasanz, en el distrito de San Blas. El fuego produjo unas pérdidas superiores a los 1.000 millones de pesetas al estar allí almacenado material electrónico valorado en 400 millones, así como televisores, vídeos, aparatos estereofónicos, ordenadores, equipos de comunicaciones e instrumental. El incendio se produjo en la planta baja, sobre las 7.45, cuando ya habían entrado en la nave unos 50 de los 250 trabajadores, y, al parecer, fue causado por un cortocircuito. No hubo que lamentar ningún herido.El fuego, según declararon varios trabajadores, comenzó en la parte trasera de la planta baja, en una zona dedicada al almacenaje. Durante la noche funcionó con normalidad el habitual servicio de vigilancia.

Según declaró Miguel del Val, coordinador de las sucursales de la empresa, algunos trabajadores incluso intentaron sofocar el fuego con unos extintores, pero la apertura de una puerta hizo que éste se propagara de forma incontrolada, momento en que se decidió el desalojo del edificio. A esa hora llovía copiosamente en la zona.

Los que se encontraban en la planta baja salieron por la puerta principal, mientras los que se hallaban en las dos plantas superiores lo hicieron por la escalera central antes de que el humo impidiera el descenso.

Fue entonces cuando se crearon los momentos de mayor nerviosismo, al tener que salir algunos de los trabajadores por una escalera de incendios que da al lateral izquierdo, sobre una terraza existente entre el edificio de Philips y una nave industrial que se encuentra vacía. Desde allí los trabajadores descendieron a la calle por las escaleras puestas por trabajadores de las fábricas cercanas. Los últimos lo hicieron por la escala de los bomberos, que fueron avisados a las 7.52 horas.

Obras de reforma

Miguel del Val informó que el edificio, construido en 1968, se encontraba parcialmente en obras, pues la empresa había decidido hace poco realizar trabajos de remozado para, entre otros aspectos, mejorar la seguridad. Sin embargo, aún no estaban construidas las escaleras de incendios del ala derecha, por lo que sólo habían podido ser utilizadas las de la izquierda, en servicio desde hace años.

El fuego se propagó rápidamente a causa del tipo de material existente en los 7.500 metros cuadrados de superficie de la nave, compuesto por televisores, vídeos, aparatos de comunicación, aparatos médicos, instrumental electrónico y material de oficina.

A lo largo de las seis horas que duró el incendio, el ala derecha del edificio y una parte de la fachada se derrumbó. Según informó el jefe de bomberos del sector, el peligro de que se produjeran nuevos hundimientos impidió a los equipos de extinción trabajar desde el interior.

Columna de humo

Pasadas las diez de la mañana, las llamas se elevaban varios metros por encima de la cubierta, en medio de una gran columna de humo negro. Durante el siniestro se produjeron diversas explosiones de bombonas de propano y acetileno existentes en el interior de la nave. La onda expansiva de una de ellas incluso desplazó a bomberos y periodistas que se encontraban en las proximidades.

En total, participaron en las labores de extinción cuatro autobombas, dos tanques de agua, dos escalas y un coche para botellas de oxígeno. Los bomberos tuvieron que actuar subidos en las escalas y desde la calle. Asimismo, se desplazaron varias ambulancias y grúas municipales a la zona, mientras agentes de la Policía Municipal cortaban el tráfico rodado.

El director de relaciones con los medios de comunicación de la empresa, Ciro Alonso, descartó que el incendio hubiera sido intencionado y añadió que, a pesar de las cuantiosas pérdidas, esperaba que el seguro cubriera la mayor parte de las mismas.

Asimismo, informó que los directivos de Philips se habían reunido nada más conocer la magnitud del siniestro con el fin de reanudar, a partir del lunes, el servicio de reparaciones. Para ello se acondicionará uno de los centros de la empresa y se ha solicitado a la central de Holanda el envío urgente de material, que será trasladado a Madrid en un avión especial.

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