La polícia británica registra el domicilio del periodista que reveló el caso del satélite espía

El registro por la policía de los locales de la revista New Statesman y del domicilio particular del periodista que reveló la construcción de un satélite espía, cuya financiación había sido ocultada al Parlamento, han vuelto a poner de manifiesto en el Reino Unido la eterna polémica entre la protección de la seguridad nacional y la defensa de la libertad de expresión. Y al mismo tiempo es muy posible que hagan cambiar hoy la posición de apoyo a la tesis del Gobierno mantenida hasta ahora por la oposición laborista.Por primera vez en la historia de las relaciones entre autoridades y medios de comunicación, agentes de la Special Branch (Sección Especial) de Scodand Yard, provistos del correspondiente mandato judicial, registraron durante dos días consecutivos la sede de la revista New Statesman, cercana a la izquierda británica, y el domicilio de Disncan Campbell, el periodista que reveló la existencia del proyecto Circon en dos trabajos periodísticos: un artículo en el último número de la revista y un reportaje hecho para la BBC y prohibido por su director general, Alasdair Milne, a petición del Gobierno.

El proyecto Circon es el nombre clave adjudicado por el Gobierno a la construcción y lanzamiento en 1988 de un satélite espía destinado a captar las comunicaciones hacia y desde la Unión Soviética, la Europa oriental y el Oriente Próximo. La existencia del proyecto y su coste, de 500 millones de libras (unos 100.000 millones de pesetas), fue ocultado a la comisión de control del gasto público de la Cámara de los Comunes a pesar de un acuerdo bipartidista alcanzado en 1982 para dar información a dicha comisión sobre todos los proyectos importantes relacionados con la defensa.

En su registro de la casa de Campbell y de los locales del New Statesman, los agentes de la Special Branch trataron de encontrar alguna prueba que permitiese identificar a la fuente de la filtración. John Lloyd, director de la revista, manifestó que los registros constituían "un golpe a la libertad de Prensa". "Es como cerrar la puerta del establo después de que se ha escapado el caballo", añadió en una alusión al

hecho de que la información había sido ya publicada.

Por su parte, Campbell, que permitió a la policía derribar la puerta de su casa después de intentar abrirla con llave inútilmente durante más de 20 minutos, elogió la actitud correcta de los agentes, pero comparó la orden del Gobierno a "las tácticas que se siguen en Europa oriental o Suráfrica".

La cámara debatirá hoy si se mantiene la rocambolesca decisión de su speaker (presidente), Bernard Weatherill, la pasada semana, de prohibir el pase del reportaje sobre el proyecto Circon, prohibido por la BBC, en el recinto del palacio de Westminster, sede del Parlamento. La exhibición había sido arreglada por uno de los más influyentes diputados laboristas, Robin Cook.

El líder laborista, Neil Kinnock, aceptó en un principio las explicaciones del Gobierno deque la divulgación de detalles en torno al proyecto Circon ponía en peligro la seguridad nacional. Pero es muy posible que cambie su actitud en el debate de hoy como consecuencia delas acciones ordenadas por Downing Street durante el fin de semana y que muchos diputados consideran que violan los principios fundamentales de la libertad de expresión.