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La 'reconstruccion' de Gorbachov, ante una prueba decisiva

Pilar Bonet

El máximo dirigente de la URSS, Mijail Gorbachov, se somete hoy a una prueba decisiva en el pleno M Comité Central M Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), que, tras dos meses de aplazamientos, deberá mostrar en qué medida está en disposición de impulsar su línea de reconstrución (perestroika) y de dar la batalla definitiva a sus enemigos políticos. "0 César o nada", eran las palabras utilizadas ayer por un intelectual moscovita para describir la opción que se plantea en esta reunión del Comité Central, dedicada a política de cuadros y al programa de cambios sociales, intelectuales y económicos.

Observadores políticos consideran que el Pleno es más importante incluso que, el 272 Congreso del PCUS. Éste concluyó en marzo de 1986 con un compromiso aguado entre lo viejo (Breznev y su época) y lo nuevo (la dinamización social impulsada por Gorbachov), según las categorías de pensamiento oficial vigentes en la actualidad.En el pleno, que no respeta los plazos de convocatoria fijados en los estatutos del PCUS, Gorbachov pronunciará un largo discurso con directrices de tipo general y propuestas concretas para el funcionamiento del aparato del partido, según medios soviéticos. Dos de los máximos representantes de la vieja guardia brezneviana, Dinmujamed Kunaev y VIadimir Cherbitski, serán probablernInte excluidos, del Politburó, el máximo organismo colegiado del partido, formado por 12 miembros plenos (con voz y voto) y siete suplentes. En el caso de Kitnaev la exclusión se da prácticamente por segura, ya que el político perdió su puesto al frente de la República de Kazakistán en diciembre pasado. En el.caso de Cherbitski el dirigente de Ucrania, existen mayores dudas, aunque ha sidp atacado duramente en los últimos tiempos. Dos miembros del Polítburó -el jefe del KGB (Comité Estatal de Seguridad), Víctor Chebrikov, e Igor Ligachov- han contribuido con sus críticas a socavar la base de poder de Cherbitski.

Oposición del aparato

La jubilación obligatoria de los cuadros al alcanzar una determinada edad, la necesidad de intensificar el control de la organización sobre los dirigentes e incluso la posibilidad de contar con más de un candidato para las elecciones internas en el partido son cuestiones que se debaten hoy en día en la Prensa soviética. En los periódicos se refleja también la magnitud de la oposición al cambio por parte de los cuadros del aparato político y económico. Los partidarios de Gorbachov tratan de presentar al secretario general como la única alternativa razonable tras la muerte de Konstantín Chernenko en 1985.

El enfrentamiento entre dos grupos políticos, uno dirigido por Víctor Grishin, por entonces miembro del Politburó y responsable del partido en Moscú, y otro dirigido por Gorbachov, es tratado directamente- en un artículo que el -dramaturgo Mijail Chatrov ha publicado en el último número del semanario Ogoniok. Chatrov, autor de una serie sobre Lenin que la televisión soviética acaba de emitir tras casi 20 años de prohibición, afirmaba que marzo de 1985 no es la lucha por el poder, "sino la lucha por la idea, por la necesidad y posibilidad de renovación democrática del país, la lucha por el retorno a los idéales de octubre". "Desde el punto de vista de los intereses radicales del socialismo no hubo nunca otra altemativa" (a Gorbachov), según el dramaturgq. "En la vida real ésta [alternativa] existía", puntualiza, refiriéndose a Grishin.

"La consigna 'Convirtamos Moscú én una ciudad comunista modelo', que encubría frecuentemente la mentira, la corrupción y otras consecuencias de la falta de democracia, podía haber aparecido por todo el país". Esta amenaza, "existente en marzo de l985", podía haber llevado a la "reincidencia" del "poder > inmenso", señala Chatrov, que traza un paralelismo entre los oponentes de Gorbachov y Stalin. Éste había concentrado, en opinión de Lenin, un "inmenso poder en sus ma,nos y había abandonado los principios democráticos de la vida en el partido". Para Chatrov, los problemas que ahogaban a la URSS en marzo de 1985 podían resolverse mediante la democratización o ser escondidos con mano dura. Una tercera vía no existía.

Chatrov, que es considerado un intelectual próximo a Gorbachov, afirmaba: "La historia nos da hoy uná oportunidad más y hemos contraído la obligación de no dejar pasar esta oportunidad de hacer todo lo que esté al alcance de cada tino para que el proceso de democratización sea verdaderamente irreversible".

Tal como presentan las cosas los defensores de Gorbachov, éste conecta directamente con el mensaje leninista y trata de recoger la antorcha de la de sestaliniz ación que Nikita Jruschov no consiguió llevar hasta su meta.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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