Industria ultima los preparativos para negociar el reajuste de la siderurgia
El Ministerio de Industria ha ultimado esta semana los contactos previos al inicio de las negociaciones de la nueva fase de la reconversión siderúrgica impuesta por la crisis del sector. Las negociaciones para concretar las medidas adicionales de reajuste se iniciarán en los próximos días. Fuentes oficiales declararon que no entra en los planes de Industria intervenir Altos Hornos de Vizcaya, empresa que soporta una dificil situación financiera. España tiene de plazo hasta el 28 de febrero para presentar a la Comisión Europea los nuevos planes y el reparto de los 230.000 millones en nuevas ayudas públicas que ha solicitado a la CE.
El director general de Industrias Siderometalúrgicas, José Sánchez Junco, mantuvo ayer reuniones con los presidentes de Ensidesa y Altos Hornos de Vizcaya, con los de las empresas de aceros especiales y con los representantes sindicales de este último subsector. En estas reuniones, que completan las celebradas el miércoles pasado con los representantes sindicales y de la patronal del subsector de siderurgia integral, han estado presentes el director general de Política Económica, Antonio García de Blas, y el director general de Trabajo, Carlos Navarro.Las reuniones, según diversas fuentes, han tenido un carácter meramente informativo, sin entrar en el detalle de lo que serán las medidas adicionales para la reconversión del sector. El reajuste estará centrado en la revisión de los planes financieros, con aportación de nuevos -fondos públicos a las empresas, y en la cobertura laboral a los trabajadores que resulten excedentes.
Tras la contestación social desatada por el secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, al declarar que el Gobierno pilotaría una nueva fase de la reconversión industrial, especialmente centrada en los sectores siderúrgico y de la minería del carbón, y que afectaría a entre 25.000 y 30.000 trabajadores, el Mínisterio de Industria encara la negociación con prudencia.
Hasta ahora, tanto empresas como sindicatos han sido informados de la necesidad de proceder a reajustes que garanticen para 1990 la viabilidad del sector. Sin embargo, no se ha entrado a discutir los contenidos del informe McKinsey, encargado conjuntamente por el Ministerio de Industria y la Comisión Europea para conocer el alcance de esta segunda reconversión.
Ayudas oficiales
El Gobierno ya ha solicitado a la CE permiso para conceder 230.000 millones de ayudas oficiales a las empresas. Aunque se trata de "un techo máximo", esta cifra podría ir destinada solamente a la siderurgia integral y a las empresas de aceros especiales. Antes del 28 de febrero han de estar elaborados los planes que recojan el destino de las ayudas.El grueso del dinero irá destinado a la siderurgia integral, especialmente a Altos Hornos de Vizcaya, empresa que tiene obligaciones financieras por valor de 100.000 millones de pesetas, a las que no puede hacer frente. Esta empresa privada, pero que tiene numerosos créditos avalados por el Estado, resultado de ' los créditos ICO e INI de las épocas de Bayón y Solchaga, no será intervenida. "La política del ministerio", según un portavoz de Industria, "es justamente la contraria". Se trata de proporcionarle las ayudas necesarias para que entre en rentabilidad a partir de 1990, fecha en la que España se integrará plenamente en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA).
Los excedentes laborales aún no han sido cuantificados, pero la reducción de plantillas puede afectar a más de 9.000 trabajadores si se incluye el subsector de acero común. La reestructuración de esta veintena de empresas será negociada aparte, probablemente a partir de febrero. La reconversión pendiente de este subsector puede quedar al final limitada al recorte de plantillas y a ayudas para el cierre de instalaciones.
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