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Los índices y las dudas, en sus niveles máximos del año

Un pinchazo del potente sector bancario, precisamente en plena carrera alcista, ha dejado cierta sensación de inseguridad a los inversionistas a pesar de que ayer se consiguieron nuevos máximos anuales en las cuatro bolsas. La falta de apoyo institucional, a la espera de un posible recorte en las cotizaciones está haciendo bailar en la cuerda floja a todos aquellos que se han arriesgado a tomar el papel que con tanta prodigalidad se les ofrecía, y en esta última sesión la sensación de vértigo ha aumentado, pues los valores bancarios no se han mostrado dis puestos a absorber el papel puesto a la venta, como hicieron en otras ocasiones. La sorpresa de los operadores institucionales ante la presión, inesperada, que está ejerciendo el dinero en el mercado es la lógica, al menos desde la posición del que contempla un movimiento incontrolado de las características del boom que viven las bolsas actualmente. Un mercado desbordado y, aparentemente, carente de lógica es el que ha ofrecido en estos días unos hechos muy concretos: records históricos en índices y en contratación, y la sospecha de que no es fácil que todo el mundo se equivoque. Hay, sin embargo, un factor de difícil control como es la inversión extranjera, a la que se le achacan todos los movimientos compradores y vendedores que no encuentran una explicación más sencilla. Bajo el influjo de la posible entrada de capital extranjero se han estado realizando muchas operaciones, pero habrá que esperar el dilatado plazo de costumbre para saber si los seguidores de esta corriente tenían razón., ya que estos datos no se conocerán hasta mediados del mes de febrero. La confusión y la vieja teoría de que en río revuelto suelen ganar siempre los mismos se han adueñado del mercado, hecho que viene avalado por el comportamiento registrado ayer por uno de los valores bancarios más de moda, el Hispano, cuyas acciones se cotizaron al 600% en Madrid, con una baja de 30 enteros, mientras que en Valencia publicaron posición de dinero sin operaciones al 650% y en Barcelona cotizaron al 640% con un avance de 25 enteros.

Esta especie de juego de los despropósitos es lo que hizo que, pese a mantenerse las posicines compradoras, el silencio imperase al cierre de la sesión. Las dudas eran más grandes que nunca, a pesar de que la jornada fue todo lo brillante que cabía esperar, con 42 valores sin poder cotizar en el mercado madrileño por exceso de demanda. Algunos hubieron de recurrir a confeccionar listas de compradores para ver si la oferta cubría el mínimo necesario para poder cotizar, y muchos subieron al límite, dato que confirma la presencia real de dinero.

Esta presencia de dinero es la que ha colocado a los mercados en una situación que los habituales no consiguen medir con la precisión de siempre, pues retrasa los movimientos típicos del mercado y desborda todas las previsiones. La sesión de esta mañana va a ser decisiva para establecer pronósticos con vistas al futuro inmediato, toda vez que la ruptura de los anteriores máximos deja la puerta abierta a cualquier posibilidad.

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