La colección de moneda catalana Soler-Cabot, de gran valor histórico, será subastada este mes en Suiza

Una colección de moneda catalana de gran valor histórico y numismático y que contiene algunas piezas únicas, según han coincidido en señalar varios expertos en numismática y arqueología consultados por este diario, será subastada el próximo día 29 de enero en la ciudad suiza de Basilea. La colección, dividida en 1.046 lotes y con un precio de salida de unos 56 millones de pesetas, fue formada por el rinanciero de origen barcelonés Carlos Soler-Cabot y abarca desde la época ibérica hasta la contemporánea. Entre los medios consultados, la subasta ha sido valorada como "una nueva pérdida para el patrimonio histórico".

La existencia de la colección de moneda catalana Soler-Cabot ha causado gran sorpresa en los medios oficiales relacionados con la numismática y la arqueología consultados por este diario, tanto por la gran cantidad de piezas que contiene como por su "calidad, excelente estado de conservación y alto valor histórico". Según estas fuentes, la colección no se cita en ninguna de las publicaciones especializadas editadas en Cataluña, y se ha conocido su existencia a través del catálogo editado con motivo de la subasta por la Sociedad de Banca Suiza.Según se desprende de este catálogo, la colección está formada por importantes conjuntos de moneda ibérica, ebusitana (Ibiza), dracmas empuritanas (Empúries), acuñaciones áureas de época visigótica, piezas romanas (a destacar las acuñadas en la ceca de Tarraco), conjuntos de moneda condal y de época moderna y contemporánea. Para la subasta, la colección se ha dividido en 1.046 lotes, algunos con varias piezas. El más importante cuantitativamente es el último, el 1.046, con 547 unidades casi todas acuñadas durante la Guerra Civil. El precio de salida de la colección ha sido fijado en 673.345 francos suizos, unos 56 millones de pesetas.

La arqueóloga Núria Rafel, portavoz del colectivo Marc-7 (formado por Xavier Dupré, Oriol Granados, Emili Junyent, Javier Nieto, Francesc Tarrats y la propia Rafel), señaló que la venta de la colección en pública subasta y fuera de España constituye "un eslabón más de la contínua sangría que viene sufriendo nuestro patrimonio histórico y cultural". "Cuando, los países se esfuerzan para recuperar su patrimonio observamos, perplejos e impotentes, como un lote numismático de gran envergadura sale a pública subasta fuera de nuestras fronteras", agregó Rafél. "Esto", concluyó, "pone en evidencia las limitaciones de nuestra legislación y de las instituciones que deben velar por nuestro acerbo cultural".

La subasta, organizada por la Sociedad de Banca Suiza en Basilea, tendrá lugar el jueves 29 de enero en el Hotel Internacional de la mencionada ciudad a partir de las 9.15 horas. En la actualidad, la colección es propiedad dejos tres hijos de Soler-Cabot, de los que sólo uno, Ana, vive en España.

Tánger y Caracas

Nacido en Barcelona en enero de 1908, Soler-Cabot ocupó diversos cargos directivos en el Banco Exterior tanto en España como en el extranjero. Entre los años 1946 y 1952 residió en Tánger (Marruecos) donde simultaneó su actividad como dirigente de la entidad bancaria con los cargos de presidente de la Cámara de Comercio Española y de la Cámara de Comercio Internacional. A partir de octubre de 1957 ocupó la jefatura del Banco Exterior de España en Caracas (Venezuela), donde permaneció hasta 1966. Ese año fue nombrado subdirector general de la entidad, puesto que ocupó hasta su jubilación en abril de 1972. En Madrid, creó la Galería Iberoamericana de Numismática que cerró sus puertas poco después de su muerte, ocurrida en 1979.Soler-Cabot adquirió las primeras monedas de su colección a finales de los años cuarenta, cuando residía en Tánger, y fue acrecentándola "durante toda su vida", según la biografía que figura en el catálogo. A pesar de que, al parecer, residió en Madrid durante los 13 últimos años de su vida, la colección no ha estado nunca en España", afirmó Ana Soler-Cabot, hija del coleccionista, al ser interrogada sobre las circunstancias en que habría sido exportada.

En un primer momento, cuando decidieron vender la colección, los herederos de Soler-Cabot estudiaron la posibilidad de efectuar una oferta a alguna institución. "Se hicieron algunos contactos, siempre de forma indirecta, pero al final optamos por la venta en subasta", explicó Ana.

Fuentes del Departamento de Cultura de la Generalitat de Cataluña comentaron que ha bían conocido la colección a través del catálogo que les fue remitido, al igual que a otras instituciones, por la Sociedad de Banca Suiza. Asimismo, explicaron que se estudia la posibilidad de participar en la su basta, aunque se negaron a precisar qué piezas podrían ser de su interés. Igualmente, numero sos coleccionistas catalanes estudian su participación en la puja.