El alcalde de Barcelona reclama un nuevo sistema de financiación local

El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, manifestó ayer en Madrid que "ya no hay excusa para esperar más para elaborar un nuevo sistema de financiación local que permita a los municipios asumir la autosuficiencia financiera". En una conferencia en el Club Siglo XXI, Maragall afirmó que la estabilidad económica, la rebaja de la proporción del déficit con respecto al producto interior bruto, la contención de la inflación, y el acuerdo entre las administraciones central y autonómica sobre el modelo de financiación de las autonomías, son elementos macroecónomicos que invalidan las excusas que hasta ahora ha presentado el Ministerio de Economía para no mejorar los recursos financieros del Ayuntamiento.El alcalde de Barcelona apuntó la necesidad de que aumente la participación de los ayuntamientos en los presupuestos del Estado y de las comunidades autónomas, y defendió la capacidad de los municipios para elegir sus ingresos propios. En este sentido, apelando a la autonomía municipal reconocida en la Conslitución, señaló que los ayuntamientos "deben ser capaces de ofrecer diferentes combinaciones de bienes y servicios públicos locales, y las cargas fiscales que llevan asociadas, en función de las demandas de los ciudadanos".

Maragall manifestó que, con el actual sistema de financiación, la autonomía local y la suficiencia financiera "no se pueden cumplir". Especialmente crítico se mostró con la política del Gobierno de la Generalitat que, pese a las promesas del conseller de Finanzas, Josep María Cullell, no ha creado un Fondo de Cooperación Municipal, similar al del Gobierno central. De este fondo procede aproximadamente el 30% de los ingresos de los ayuntamientos españoles. El alcalde de Barcelona se mostró particlario de que la contribución de las comunidades autónomas a las haciendas locales se sitúe en los mi.smos porcentajes que la de la Administración central.

Según Maragall, la reforma del sistema de financiación municipal debe tener en cuenta el limitado peso del sector local en el total estatal, muy alejado de los modelos europeos.