La baja de precios de la energía ahorra más de 140.000 millones en revisiones salariales

Cada décima de punto que el índice de precios al consumo (IPC) exceda al 8% de objetivo gubernamental para 1986 costará a las empresas unos 10.000 millones de pesetas en revisiones salariales, según estima la patronal CEOE. El índice, del 8,5% al 8,7% para las últimas previsiones oficiales, será publicado en los próximos días por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Pero la tasa de inflación resultaría al menos 1,4 puntos mayor sin la rebaja de los precios energéticos. Ésta ahorrará 140.000 millones de pesetas en pagos por las cláusulas de garantía salarial.

La estimación de que las empresas deberán pagar 10.000 millones de pesetas por cada décima en que hayan sido incumplidos los objetivos oficiales de aumento de precios para 1986 ha sido realizada por la CEOE, después de excluir a los funcionarios y a los convenios que carecen de cláusula de revisión salarial.Con este motivo, los servicios de la patronal vaticinaron también que, a partir de las movimientos de precios registrados en las dos primeras semanas de diciembre, el IPC habría subido ese mes cerca del 0,7% y terminaría el año en torno al 8,6%. En consecuencia, la aplicación de las cláusulas de garantía salarial supondría un coste para las empresas del orden de 60.000 millones.

Por su parte, el sindicato UGT -el otro firmante del Acuerdo Económico y Social 1985-1986, base de la mayoría de las cláusulas de revisión mantiene que, con el 0,7% en diciembre, los trabajadores con revisión salarial deberán recibir más de 80.000 millones de pesetas. Sus cálculos se basan en que el IPC excederá algo el 8,5% y en que tres cuartas partes de los convenios prevén revisiones en caso de que a final de año 1986 supere el 8%.

Los resultados provisionales del IPC de diciembre y del acumulado en todo el año 1986, según fuentes del INE, serán datos a conocer entre el miércoles y el viernes próximo. Altos cargos del Ministerio de Economía y Hacienda declararon hace una semana que la subida de diciembre sería del 0;5%, al 0,7% y que el aumento acumulado en todo el año quedaría entre el 8,5% y el 8,7%. Fuente! de ese departamento afirmaron días después que tales estimaciones fueron realizadas antes de conocer el avance del INE y con cierto contenido coloquial, pues el IPC ha subido en los 11 primeros meses el 7,8% y necesitaría un incremento algo mayor en diciembre para situarse entre el 8,5% y el 8,7%. Pero a finales de la pasada semana, presumiblemente tras conocer el avance que todos los meses entrega en secreto el INE a Economía una semana antes de publicar el IPC provisional, en altas esferas del ministerio se apuntaba la posibilidad de que no llegue al 0,5%.

Los últimos datos facilitados por el INE sobre el desglose del IPC de noviembre indican que la baja de los precios de la energía había recortado el -índice anual de precios en 1,4 puntos. Según el INE, sin la reducción de los precios de la energía -un 12% en el conjunto de los mismos y un 17,2% en los combustibles y carburantes-, la última tasa anual de inflación publicada (subida del IPC desde principios de diciembre de, 1985 a finales de noviembre de 1986) no habría sido del 8,3%, sino del 9,7%.

Reparto de beneficios

De la,combinación de estas cifras y de las estimaciones de la CEOE se desprende que la baja de los precios de la energía, al haber moderado la tasa oficial de inflación en 1,4 puntos, supondrá a las empresas un ahorro de 140.000 millones de pesetas. Estas cifras podrían quedar respectivamente a finales de diciembre en 1,5 puntos y en 150.000 millones de pesetas, pues la última bajada de precios de los carburantes entró en vigor el 8 de noviembre, por lo que también recortará al menos una décima el índice de diciembre. En cambio, como en diciembre de 1985 el IPC subió un 0,4%. en los datos provisionales y un 0,5% en los definitivos, la tasa oficial de inflación correspondiente a 1986 sólo aumentará o disminuirá respecto al 8,3% de noviembre en la medida en que el aumento de precios observado por el.INE haya sido superior o inferior al 0,5% de diciembre de 1986.

Al decidir la última reducción de precios de los carburantes, cuando reconoció que el fisco se quedaba con las dos terceras partes de los beneficios derivados de la caída delos precios del crudo y de la cotización del dólar, el Gobierno estimó que la rebaja frenaría en 0,35 puntos el IPC de 1986 y que ahorraría a los consumidores 90.000 millones de pesetas al cabo de un año (es decir, 7.500 millones al mes).

Si se cumplen las previsiones citadas, sólo esta última rebajá ahorrará a las empresas 35.000 millones de pesetas en revisiones salariales. En otras palabras, el conjunto de los consumidores necesitará disfrutar de los nuevos precios de los carburantes al menos hasta febrero para compensar lo que perderán una parte de ellos, los asalariados, por la vía de la cláusula de revisión.