La Declaración de Londres califica a la censura de "negación de los derechos humanos"

Periodistas y dirigentes de organizaciones profesionales periodísticas de 34 países de los cinco continentes calificaron ayer la censura de prensa de "negación de los derechos humanos" y aprobaron una solemne declaración destinada a combatir las restricciones a la libertad de expresión en todo el mundo. La Declaración de Londres, aprobada en la sesión de clausura de la primera reunión internacional dedicada exclusivamente a discutir los problemas planteados por la práctica de la censura en todo el mundo, refleja la determinación de los miembros de las organizaciones convocantes de luchar contra toda forma de limitación de la libertad de expresión reconocida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

La reunión había sido convocada por el Comité para Libertad de Prensa en el Mundo y cinco organizaciones profesionales, que agrupan a una gran mayoría de periodistas y propietarios de medio de comunicación de los países más diversos, desde Estados Unidos a la India, tales como el Instituto Internacional de Prensa, la Federación Internacional de Editores de Periódicos y la Sociedad Interamericarina de Prensa.La declaración, aprobada por consenso entre los más de 130 participantes, está dividida en tres partes, la primera, que consiste en una declaración de principios; la segunda; que expone las condiciones ideales en las que se debe desarrollar una prensa libre, y tercera, dedicada a proponer una serie de medidas prácticas para luchar contra la censura y las limitaciones a la libertad de expresión.

"En un mundo cada vez más unitario merced a las nuevas tecnologías, la libertad de prensa es indivisible", afirma la declaración para manifestar a continuación que la intención de la reunión de Londres ha sido "crear una atmósfera en la que se reconozca que la censura de prensa constituye una negación de los derechos humanos".

La resolución, después de pedir a todos los gobiernos que garanticen la libertad de expresión y que no coarten ésta por razones de "seguridad nacional", aprobó una serie de medidas destinadas a combatir las amenazas contra esa libertad en todo el mundo.

Los participantes se comprometen a "una acción conjunta, en primer lugar para protestar y publicar todos aquellos abusos que se cometan contra la libertad de prensa e, igualmente, se comprometen a coordinar nuestra oposición a la censura en cualquier forma y en cualquier lugar donde exista".

Acciones

Al mismo tiempo, la declaración propone "una consideración prioritaria" al siguiente conjunto de acciones:-Creación de un fondo cultural contra la censura, con el fin de apoyar las acciones legales que se puedan emprender contra los abusos contra la libertad de prensa.

-Establecimiento de un teléfono rojo para registrar las quejas de los periodistas sometidos a censura directa o indirecta.

-Organización de un sistema de alerta anticipada, con el fin de alertar sobre posible información preparada por los gobiernos que pueda atentar contra la libertad de expresión.

-Envío de misiones periodísticas a aquellos países donde se quebrante sistemáticamente esa libertad. En el tema de la alerta anticipada sobre la posible legislación que coarte la libertad de expresión, la conferencia recordó la amenaza que supone para el ejercicio de esta libertad el licensing o colegiación obligatoria de periodistas y recordó el caso de Cataluña, citado el día anterior en su intervención por el director de EL PAÍS y presidente del Instituto Internacional de Prensa, Juan Luis Cebrián.