Incendio provocado en la Embajada de España en Colombia
Un incendio provocado causó ayer daños materiales en una dependencia de la Embajada de España en Colombia, según confirmó a este periódico el embajador español en Bogotá, Manuel García-Miranda y Rivas. El incendio, a pesar de su violencia, no causó víctimas, aunque la actividad de la representación quedó interrumpida durante unas dos horas, reanudándose después con toda normalidad.El incendio, que fue advertido en primer lugar por un vecino que observó el humo que surgía de la delegación, se produjo a las 11,30 hora local (17,30 hora peninsular española) en un despacho desocupado de la primera planta de la embajada, que sólo se utiliza en ocasiones especiales, y pudo ser controlado antes de propagarse a otras dependencias. El personal de la representación diplomática se encargó de la evacuación de la planta y de sofocar el incendio en un primer momento. El citado despacho quedó totalmente destruído por las llamas.
Restos de gasolina
Tras ser sofocado el fuego, pudo comprobarse que en el suelo y paredes del despacho incendiado había restos de gasolina, según confirmó el embajador, quien añadió que la policía y los bomberos colombianos han abierto una investigación para conocer los detalles del siniestro.El embajador español no quiso pronunciarse sobre la posible identidad y móviles de los incendiarios hasta que la investigación oficial arroje algún resultado concreto.
Actualmente visita Colombia una delegación parlamentaria española encabezada por el presidente del Congreso de los Diputados, Félix Pons. La delegación española se entrevistó ayer con el presidente colombiano, Virgilio Barco. El terrorismo y el narcotráfico, fueron, entre otros, los temas tratados en la entrevista. El presidente del Congreso español fue informado del siniestro por el propio embajador, quien descartó que existiese cualquier relación entre el incendio y esta visita.
La Embajada de España en Colombia, un edificio de dos plantas situado en el norte de Bogotá, estuvo protegida entre marzo de 1985 y julio de 1986 por un destacamento de cinco miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO) de la policía debido a las amenazas proferidas contra la representación por narcotraficantes colombianos. Los GEO fueron retirados tras la extradición al país sudamericano, concedida el pasado año, de los presuntos narcotraficantes colombianos Gilberto Rodríguez Orejuela y Jorge Luis Ochoa, también reclamados al Gobierno español por las autoridades de Estados Unidos.
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