Tres pacientes de un hospital de Mallorca fueron operados sin la suficiente anestesia

Tres pacientes de la residencia hospitalaria de Son Dureta, de Palma de Mallorca, perteneciente al Insalud, fueron intervenidos quirúrgicamente el pasado octubre insuficientemente anestesiados, según confirmó ayer Adolfo Marqués, director provincial del Insalud en Baleares.Marqués afirmó que el 17 de octubre, en la tercera intervención realizada en unas instalaciones nuevas, el anestesista detectó una anomalía en el sistema de conducción de gases que permite el mantenimiento de los efectos de la anestesia previamente aplicada por vía intravenosa. Esta anomalía consistió, según la investigación posterior, en que el conducto de protóxido, gas utilizado para prolongar el tiempo de la anestesia, estaba cruzado con el del oxígeno.

Ninguno de los tres intervenidos en esa circunstancia ha presentado, hasta ahora, demanda judicial contra el Insalud. Según Marqués, los pacientes no sufrieron los niveles de dolor que a primera vista pudiera parecer, ya que en realidad se encontraban bajo los efectos sedantes de la anestesia intravenosa inicial. Afirmó también que las intervenciones no revestían inicialmente excesiva gravedad, por tratarse de casos de traumatología. El paciente en el transcurso de cuya intervención fue detectada la anomalía estaba siendo operado de una fractura de fémur. Otras fuentes subrayan, sin embargo, que los intervenidos estaban técnicamente despiertos, aunque bajo efectos del sedante.

El informe elaborado por la dirección provincial fue remitido a la asesoría jurídica de la Dirección General del Insalud, que deberá determinar si hay responsabilidades objetivables, ya sean de la empresa constructora -por entrega defectuosa de la obra-, de alguna otra de las compañías que intervinieron en ella o en reparaciones parciales posteriores, del servicio de mantenimiento del centro, o de la comisión encargada de comprobar que tanto las instalaciones como los aparatos habían sido entregados correctamente.

Se da la circunstancia de que al construirse los quirófanos de Son Dureta la constructora tuvo que abordar diversas dificultades respecto a las conducciones por problemas de salinidad. Por otra parte, estas dependencias no entraron en funcionamiento hasta siete meses después de que se concluyeran las obras, ya que en la conducción de estos quirófanos debía conectarse el sistema de tomografía axial computerizada (TAC). El error podría haberse producido al conectar este último sistema, según los miembros de la comisión receptora, cuyas impresiones el director general señaló que son algo contradictorias.