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30.000 trabajadores serán despedidos en una nueva reconversión industrial

Entre 25.000 y 30.000 trabajadores perderán su actual empleo dentro de la segunda reconversión industrial que el Gobierno quiere iniciar próximamente. Esta reconversión se hará empresa a empresa, olvidando planteamientos sectoriales. Las sociedades más afectadas, por ser las que se encuentran en peor situación, serán Hunosa y Altos Hornos de Vizcaya. Por otra parte, el Ejecutivo dedicará este año especial atención a la liberalización financiera, que, entre otras cosas, permitirá que el 1 de enero próximo los ciudadanos coticen a los fondos de pensiones.

El secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, convocó ayer a una decena de periodistas económicos para informarles de las prioridades del Ejecutivo en el próximo año. El representante de la Administración afirmó que, al haber sido 1986 un año bueno desde el punto de vista maeroeconómico, la Comisión Delegada para Asuntos Económicos va a centrar sus próximos debates en una segunda reconversión industrial.Ésta se hará empresa a empresa, y no sectorialmente, como hasta ahora. Las sociedades más afectadas serán Altos Hornos de Vizcaya, en el sector siderúrgico, y Hunosa, en el sector minero. De la Dehesa explicó que en esta ocasión "la reconversión se hará paso a paso, prudentemente, pero es irremediable".

Para justificar sus palabras, el secretario de Estado aportó tres datos: Hunosa pierde 38.000 millones de pesetas al año, sus niveles de productividad son menores que los chinos y el coste de una tonelada de carbón extraído es el doble que el precio de venta. Guillermo de la Dehesa explicó que una vez que el presidente del Gobierno, Felipe González, ha considerado cerrado el tema de la flexibilidad laboral ante la Unión General de Trabajadores, el Ejecutivo acometerá nuevas líneas de flexibilidad financiera: reforma del mercado de valores (aunque todavía no está decidida la filosofía última de la desregulación), disminución del coeficiente de inversión de bances y cajas de ahorro y libertad de remuneración del pasivo en las mismas entidades (dentro de este mismo mes), vía libre a la iritroducción de nuevos bancos extranjeros en España (sin fecha concreta) y puesta en funcionamiento de los fondos de pensiones, con aprobación antes del verano de la ley y reglamento correspondiente. "El 1 de enero de 1988, cualquier ciudadano podrá cotizar a los fondos de pensiones que se hayan constituido".

El secretario de Estado afirmó que, pese a algunas afirmaciones catastrofistas de líderes empresariales, la entrada de España en la Comunidad Europea (CE) no ha significado una pérdida de competitividad irrecuperable de las sociedades de nuestro país. Precisamente para evitar que se consolide esta situación, es preciso flexibilizar la economía, lo cual "no es un debate, sino una necesidad".

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