Los caros atracos de 'El Tonto'
Alfonso García Luna, alias el Tonto, entró en la cárcel Modelo de Barcelona cuando tenía 18 años, acusado de un robo con intimidación a una pastelería. El botín fue de 700 pesetas, y el tribunal le impuso cuatro años de prisión, condena que ahora ha sido anulada por el Tribunal Supremo. Sin embargo, no ha salido de la cárcel porque se encuentra cumpliendo otra condena de ocho años por otros dos atracos cuyos botines fueron de 1.200 y 5.000 pesetas. En total, a El Tonto le han correspondido 12 años de prisión por robar 6.900 pesetas.
Alfonso García Luna estuvo cerca de dos años como recluso preventivo en la Modelo por el robo de 700 pesetas a una pastelería. El Tonto es uno de los cuatro hermanos de una familia de Sevilla que residía en el barrio del Verdún de Barcelona, en cuyas calles fueron cometidos los tres atracos. Alfonso salió de prisión con libertad provisional a la es pera de celebrar el juicio. Mientras tanto encontró trabajo en un restaurante y decidió casarse. Sin embargo, en este caso la boda provocó una orden de busca y captura puesto que, según explica su abogado, Juan Antonio Roqueta, la fecha del juicio era la misma que la del matrimonio y El Tonto prefirió la ceremonia civil a la penal.Este delincuente común también permaneció 11 meses en prisión por un supuesto delito de robo con homicidio, causa que más tarde fue sobreseída. Final mente, la policía lo detuvo a principios de 1985 y la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Barcelona le condenó a 4 años de prisión por el primer atraco, cuyo botín fue de 700 pesetas.
El Tonto ingresó en la cuarta galería, destinada a reclusos reincidentes y multirreincidentes. Esta galería está considerada como la más peligrosa dentro de la prisión, tanto por abogados como funcionarios. La peligrosidad se entiende en dos sentidos: porque en ella se encuentran numerosos reclusos con delitos de sangre y porque constituye una escuela de delincuencia.
El sobrenombre de El Tonto no obedece a una circunstancia determinada y parece ser que ya desde niño respondía a este apodo, que más tarde se ha convertido en su alias. Según su abogado, se trata de una persona que se inició en la delincuencia con pequeños hurtos a vehículos y que nunca ha pasado de robos "del montón". Un dato que avala esta calificación es el importe de los atracos imputados a Alfonso García: 700, 1.200 y 5.000 pesetas. Además, los tres delitos fueron cometidos en el barrio donde vivía y dos de ellos, uno a una farmacia y otro a una pastelería, se registraron en la misma calle. El Tonto tampoco se puede inscribir entre los delincuentes que atracan por motivos de drogodependencias, puesto que no es consumidor de drogas.
Alfonso García también resultó implicado en otros dos atracos perpetrados a dos farmacias el 24 y 20 de octubre de 1977. El Tonto fue juzgado y condenado a ocho años de prisión por los dos robos, cuyos botines fueron de 1.200 y 5.000 pesetas. En estos dos robos estuvieron supuestamente implicadas otras personas, entre las que se encuentra su hermario, Juan Jesús. A éste la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Barcelona le impuso 10 años de prisión pero el Tribunal Supremo ha anulado también esta sentencia , absolviendo a Juan Jesús García Luna, por entender que no existían suficientes pruebas.
El mismo motivo fue alegado por este Tribunal para absolver a El Tonto del robo de la pastelería. El recurso correspondiente a estos dos atracos aún esta pendiente de resolución.
Causas similares
Según las dos sentencias del Tribunal Supremo, los tres robos -el de la pastelería y los dos de las farmacias- tienen puntos en común, además de los insignificantes botines. En el caso de Alfonso, el Supremo anuló la sentencia de Barcelona asegurando que no existieron las suficientes pruebas para condenar. Así, el fallo subraya que el procesado sólo admitió el robo ante la policía, que no fue sometido a rueda de reconocimiento por testigos que, además, tampoco comparecieron en la vista oral. Estas mismas razones han sido esgrimidas respecto al recurso de Juan Jesús García, cuya sentencia absolutoria también anula la de la Audiencia de Barcelona.A la vista de estas resoluciones del Supremo, el abogado de Alfonso García Luna pedirá a la sala que le condenó por los atracos a las farmacias la libertad provisional. En opinión de este letrado, corresponde anular la condena puesto que la circunstancia de la falta de reconocimiento, tanto en la instrucción como en el juicio, hace aplicar la presunción de inocencia.
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