España está dispuesta a enviar unidades fuera de su territorio para reforzar operaciones de la OTAN
España ya no descarta destinar algunas unidades militares a reforzar las operaciones de la OTAN fuera del territorio español, siempre que no se caiga en la integración militar, aunque estos efectivos estuvieran bajo control operativo de los mandos aliados, según han manifestado diversas fuentes diplomáticas españolas. Hasta ahora las declaraciones oficiales españolas habían ido en sentido contrario. Los próximos días 26 y 27 de enero se celebrará en Madrid la segunda sesión formal de las negociaciones -o consultas, como prefiere llamarlas la parte española- sobre la participación en la Alianza Atlántica.
En esta sesión se empezará a hablar de las misiones o responsabilidades que desempeñarán las fuerzas españolas en el esquema atlántico, empezando por la contribución aérea y naval, al considerarse de una y otra parte, por el momento, "secundario" el papel del Ejército de Tierra.Algunos países aliados desean que España envíe tropas fuera de su territorio en forma similar a Portugal, que tiene una brigada asignada para operaciones en el norte de Italia, indicaron medios atlánticos, sin precisar de qué países se trataba. Por parte española no se excluye esta eventualidad, ahora o más adelante.
En cualquier caso, la situación podría variar con los años. Este asunto se ha planteado en más de una ocasión en la Asamblea Parlamentaria de la Unión Europea Occidental (UEO). En su última reunión, según medios atlánticos, se dijo que tras la reforma de la UEO, que debería plasmarse esta primavera, y a la vista de lo que sea la contribución militar española a la OTAN, se invitaría en 1987 a España a ingresar en la organización para principios del año siguiente.
En la reunión negociadora de enero, España planteará cuáles son las áreas de responsabilidad que quiere asumir para la OTAN o en coordinación con ella, que se centrarán principalmente en la defensa del eje Baleares-Estrecho-Canarias y en el sector naval del noroeste de la Península. La OTAN, por su parte, expresará sus puntos de vista sobre lo que espera o quiere de España.
La idea de situar fuerzas españolas bajo control operativo de los mandos de la OTAN, pero sin integración en ellos, es la que predomina. España y la OTAN, a través de convenios de coordinación, se pondrían de acuerdo en unas responsabilidades para algunas de las unidades españolas.
Bajo control
Tales unidades no estarían bajo mando atlántico, pero sí bajo su control, como de hecho ocurre con algunas fuerzas francesas -no integradas en la OTAN- en los terrenos aéreo, naval y terrestre, o como ocurrió, por citar un ejemplo histórico, con la División Azul, que no estaba bajo mando, sino bajo control operativo alemán.El memorándum sobre la fórmula general de participación española no impide en modo alguno estas posibilidades, aunque no hable propiamente de misiones para España, al no estar ésta militarmente integrada. En el terreno naval, de hecho, la fórmula del control operativo es la que predomina en la OTAN. De ahí que de los tres mandos principales de la OTAN (el Atlántico, el Europeo y el del Canal de la Mancha) sea el primero el que más satisfacción muestra con la fórmula sugerida por España, según fuentes atlánticas.
Una vez establecidas estas responsabilidades, se negociarán los acuerdos de coordinación entre los mandos de la OTAN (principales y subordinados) y los mandos militares españoles. Es probable, indican fuentes españolas, que las misiones que sigan desempeñando las fuerzas norteamericanas que permanezcan en España se incorporen a estos acuerdos de coordinación entre España y la OTAN, "pues es lo más lógico", además de enmarcarse en acuerdos bilaterales entre España y Estados Unidos. Así se rellenaría el vacío que existe en la actualidad en la coordinación y planeamiento entre las fuerzas de EE UU en España y las fuerzas españolas.
El cuestionario
Diplomáticos españoles estiman que la cuestión de la integración de las comunicaciones o de la red de alerta aérea, así como la participación en maniobras de la OTAN, o el ofrecer campos de maniobras a los países de la OTAN en España, no plantea problemas, al no tratarse de una integración en los mandos atlánticos. Una vez más, se seguirá la norma. francesa.Una vez definidas las responsabilidades españolas, España podrá cumplimentar el cuestionario sobre el planeamiento de la defensa, que cada dos años rellenan los países que están militarmente integrados en la OTAN. A diferencia de estos países, España sólo rellenaría, indican fuentes españolas, la parte de este cuestionario que afecte a las fuerzas sobre las que recaeran las áreas de responsabilidades coordinadas con la OTAN. España, en las reuniones del Comité de Examen de la Defensa y del Comité de Planes de Defensa, podrá aceptar objetivos y planes de fuerzas según el esquema atlántico, como ha reconocido el propio ministro de Defensa, Narcís Serra, pero sin caer en la integración por medio de lo que se ha venido a llamar un sistema analógico, al que sigue la OTAN. A diferencia de los países integrados, España no está dispuesta a aceptar que los mandos de la OTAN dicten lo que consideren ser los objetivos de fuerzas necesarios para España.
Esta cuestión de, la incorporación de España al planeamiento de la OTAN fue objeto de la primera sesión de consultas los días 30 y 31 de octubre pasados, y se volverá también a abordar en enero, posiblemente con conclusiones sobre la forma, aunque no el contenido, del sistema, pues éste depende de las misiones. El caso está más maduro de lo que cabría suponer. Los representantes de los servicios de la OTAN estimaron bien fundada la posición española de seguir participando en el Comité Militar. La principal diferencia entre el modelo español y el francés estriba en que España participará en este comité y en el sistema de planeamiento de la OTAN, además de en el Grupo de Planes Nucleares.
El hecho de que haya sesiones formales de negociación no significa que entre una y la siguiente no se negocie. Los contactos entre la parte española y la delegación negociadora de la OTAN son constantes. Hasta ahora todo marcha bien, a pesar de la zancadilla que intentó poner algún militar español recogiendo extrañas informaciones sobre el descontento de los mandos de la OTAN respecto a la fórmula española, informaciones que luego no se vieron ratificadas en el encuentro formal.
Pero la cuestión no ha pasado aún a ser tratada formalmente con los países miembros, que son los que deciden. Hasta ahora, la negociación se lleva a cabo con la Secretaría Internacional de la OTAN, el Comité Militar y sus servicios de apoyo, y con representantes de los mandos principales de la Alianza Atlántica.
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