María Méndez de Valdivia

Cuando cuenta sus experiencias profesionales, políticas o culturales, es difícil creer que sólo 27 años den tiempo a todo eso. Nacida en El Ferrol, María Méndez de Valdivia dice que su abuelo, el militar José de Valdivia, le inculcó Ia disciplina castrense". Su interés por lo militar -"vi que los militares mandaban mucho y quise saber por qué- y su capacidad de trabajo le llevaron a conseguir una beca de la OTAN, a ser miembro de la Comisión de Sociología del Centro Superior de Estudios de la Defensa (CESEDEN) y a escribir una tesis sobre la presencia femenina en los ejércitos de la Alianza.

La rojilla, como es conocida por algunos de sus alumnos de la Facultad de Políticas de la universidad madrileña, militó en el Partido Socialista Popular (PSP) del profesor Enrique Tierno y, desde 1981, en el PSOE. Este verano pasado acábó sus 314 folios mecanografía dos sobre La presencia femenina en las Fuerzas Armadas de los países de la OTAN, trabajo que dirigió Francisco Alvira, catedrático de Sociología.Las conclusiones de esta tesis las resume su autora en tres ideas: debido a las bajas tasa de natalidad en Occidente, la participación de la mujer en las Fuerzas Armadas será pronto una necesidad; quizás sea un problema económico, y no de discriminación de sexos, el que ahora impide el acceso real de la mujer a las Fuerzas Armadas; a los hombres les cuesta hacer posible que las mujeres tengan un papel activo en un ámbito de poder decisivo como el de las Fuerzas Armadas.

María recuerda que, aunque la legislación española no es discriminatoria en ese terreno -lo que no ocurre en Italia o Portugal-, el papel de la mujer en las Fuerzas Armadas de nuestro país no ha pasado todavía del desempeñado por las damas de Sanidad, auxiliares, de vuelo administrativas o psicólogas. Misiones muy alejadas de las que desempeñan, por ejemplo, en Noruega, donde ya hay muje res que pilotan aviones de combate; Reino Unido, donde hay 2.332 oficiales femeninos o Estados Unidos, donde una mujer ha llegado a alcanzar el genera lato.

Por el contrario, destaca las importantes acciones de mujeres españolas en la batalla de Teruel o en el Alto de los Leones durante la guerra civil, o in cluso en la División Azul. Por no recordar a la mítica Agustina de Aragón, de quien María Méndez, en un trabajo que realiza ahóra junto con Valentina Fernández Vargas, asegura que acabó trabajando en un prostíbulo de Ceuta.

Partidaria de un pacto europeo de seguridad -"que hoy por hoy pasa por la OTAN"-, esta estudiosa del fenómeno militar, dice que ya se siente menos discriminada en sus múltiples contactos con los militares, aunque agrega: "Ahora me reciben bien, pero siguen pensando que soy una chica y que soy pequeña".

Ahora, cuenta, quiere estudiar el papel de las esposas de militares "como nexo con la sociedad civil". De entrada, tiene una impresión bastante definitiva al respecto: "Las mujeres de los militares son incluso más militares que ellos".