El canciller de El Salvador apuesta por la reactivación de Contadora

El canciller de El Salvador, Ricardo Acevedo Peralta, se mostró convencido de que el proceso pacificador en Centroamérica abierto por el Grupo de Contadora se va a reactivar, y que"sólo una solución pacífica, a través de ese marco global, regional y multilateral, puede traer la paz a esta región", según declaró ayer en Madrid a EL PAÍS. Resaltó que España debe desempeñar un papel más activo en ese proceso.

Acevedo Peralta se entrevistó ayer con el ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y con el presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, Luis Yáñez, con quienes abordó las modalidades de participación de España en los proyectos de reconstrucción de San Salvador y, especialmente, de su capacidad para actuar como valedor ante la Comunidad Europea (CE) de las necesidades salvadoreñas."España y Europa deben ser conscientes de que el terremoto ha venido a complicar el esquema de estabilidad política y democracia en Centroamérica y en El Salvador. La ayuda es vital para nuesto proceso democrático'", manifestó Acevedo Peralta.

El canciller salvadoreño se pronunció a favor de un papel más activo de España, y a través de ella de la CE, en el proceso de pacificación centroamericano: "Para el Gobierno español esto debería convertirse en objetivo prioritario de su política exterior", dijo.

Al señalarle la contradicción entre las esperanzas que manifiesta hoy el canciller salvadoreño hacia la mediación del Grupo de Contadora, cuando hace poco más de cinco meses el presidente José Napoleón Duarte consideraba tal gestión como fracasada y cerrada, Acevedo Peralta afirmó que una serie de nuevas circunstancias permitían abrir un nuevo espacio al optimismo: "La reactivación de Contadora se va a producir debido, en primer lugar, a la agudización del conflicto [enfrentamiento fronterizo entre Honduras y Nicaragua], y a circunstancias exteriores, como el apoyo dado al Grupo por la ONU y la OEA (Organización de Estados Americanos), y la situación interior de Estados Unidos, donde los demócratas han pasado a controlar el Congreso y no son favorables a la ayuda a la contra".

Acevedo considera que por todas estas razones se puede hablar de una nueva coyuntura favorable a Contadora, al tiempo que señala un cambio de actitud en los Gobiernos español y europeos con relación a Nicaragua: "Ya no se trata de legitimar a Nicaragua a cualquier precio, sino de orientarla hacia un compromiso para que acepte un mínimo de democracia interna".

El canciller salvadoreño dice que ha convocado para el 10 de enero una reunión de cancilleres de Costa Rica, Honduras y Guatemala para analizar la nueva coyuntura. "No nos quedamos cruzados de brazos, no estamos esperando el último round de una batalla militar", afirma.

Con relación al diálogo interno con la guerrilla, dice que éste se encuentra en suspenso: "Tras la frustración que supuso Sesori, [donde estaba previsto que se reanudase el diálogo con la guerrilla], hay que dar tiempo al tiempo para que se pase el sabor amargo que eso dejó. De aquí en adelante hay que buscar nuevos espacios para reanudarlo. Tenemos muchos flancos, frentes abiertos con la oposición, con la derecha, con la que tenemos un clima de abierta confrontación sobre reformas sociales, como la agraria, la del Código del Trabajo o la política fiscal. Y todo esto, al tiempo que tenemos que afrontar el gran desafío para la democracia que supone la necesidad de dar 250.000 viviendas a los damnificados del terremoto. Con este reto, no podemos abrir un nuevo flanco de discusión con los alzados en armas".