Redondo acusa a la CEOE de mantener un comportamiento irresponsable y primario

Nicolás Redondo, secretario general de UGT, señaló ayer que el Gobierno debe ser beligerante contra la patronal cuando ésta pide mayor flexibilidad, y acusó a la CEOE de ser primaria e irresponsable. Redondo mostró sus dudas personales sobre la capacidad competidora de las empresas españolas y, al hablar de las elecciones sindicales, afirmó que cada vez que habla un ministro, la UGT pierde votos.

La UGT ve cada vez más difícil la concertación social, y cree, además, que la actitud de la patronal, presentando una visión catastrofista de la economía "es una táctica rudimentaria de obtener ventajas en la negociación", según el documento aprobado por la ejecutiva confederal de UGT sobre negociación colectiva en 1987. La CEOE, dice el documento, tiene "un comportamiento primario, irresponsable y socialmente inaceptable".Para UGT, además, la patronal se está cuidando de hacer aparecer como responsables de las calamidades empresariales" a los sindicatos. Cuando Nicolás Redondo comentó ayer el documento de la ejecutiva ugetista, realizó una ácida crítica a los empresarios españoles. "Dicen que los altos costes laborales impiden a las empresas españolas ser competitivas, y uno se pregunta por qué las multinacionales invierten en España, ganan dinero y son competitivas, con los mismos costes. Yo creo, -y es una apreciación personal- que aunque tuvieran todo lo que piden no serían competitivas, porque lo único que buscan es su propio beneficio".

Se acabó el sacrificio

Si las cosas se ponen mal, vino a decir Redondo, "no habrá acuerdo, pero no pasa nada. Y si no hay acuerdo, la negociación salarial será distinta. No habrá banda de referencia, pero no cometeremos el error de 1984. Exigiremos subidas muy por encima de la inflación para compensar la falta de cláusula de revisión".El secretario general de UGT afirmó que "no podemos seguir haciendo lo que hasta ahora. La economía se ha saneado a costa de los trabajadores, del sacrificio de los trabajadores. Y eso se ha acabado ya. Los trabajadores no tienen por qué sacrificarse".

Redondo volvió a insistir en la necesidad de unificar criterios y esfuerzos con CC OO, "a pesar de sus continuos ataques". Y dio un toque de atención: "En Francia, los estudiantes han conseguido lo que no consiguió el movimiento obrero: hacer cambiar la legislación del Gobierno. Hay que tener en cuenta esas cosas".

En el posible acuerdo social no debe estar el Gobierno, según Redondo, aunque "ello no quiere decir que se inhiba. "El Gobierno debe ser beligerante, pero no para apoyar a la CEOE, sino en el sentido contrario. Tenemos el derecho a pedir el apoyo del Gobierno a los trabajadores contra la CEOE porque este Gobierno ganó unas elecciones con un programa socialista".

Respecto a las elecciones sindicales y, refiriéndose a los últimos reveses sufridos por UGT en Telefónica y en Renfe, dijo: "Los principales responsables del fracaso somos nosotros mismos. Pero hay otros factores que nos han quitado votos: cada vez que un ministro habla en la APD, perdemos votos; cada vez que se habla de las 27 medidas liberalizadoras, perdemos votos; cuando Cuevas se entrevista con el presidente del Gobierno, perdemos votos; Hay un problema de identificación. Nos identifican con las acciones de Gobierno o con las decisiones de los gestores públicos. Y nada más lejos de la realidad".

Antón Saracíbar, secretario de organización, hizo públicos sus últimos datos sobre elecciones. UGT gana en 46 provincias y CC OO en cuatro (Barcelona, Madrid, Albacete y Toledo). Siempre según estas fuentes, UGT ha obtenido 60.491 delegados, frente a 50.119 de CC OO.