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La Conca afirma que las cámaras agrarias continuarán al margen de la nueva ley

La Confederación Nacional de Cámaras Agrarias (Conca), la cúpula de la organización corporativa del campo, ha convocado para el próximo domingo la celebración de un congreso para oponerse a la ley de reforma que será aprobada próximamente por el Parlamento. El presidente nacional de la Conca, José María Giralt, declaró ayer que las cámaras agrarias continuarán existiendo, aunque sea como entidades privadas y al margen de la nueva ley.

Tampoco descartó que del congreso pueda salir la convocatoria de movilizaciones, incluida una masiva manifestación como la del pasado 20 de abril.La convocatoria del congreso se decidió hace tan sólo 12 días, según manifestaron José María Giralt y Francisco Senovilla, presidente y vicepresidente de la Confederación Nacional de Cámaras Agrarias, respectivamente. El desencadenante ha sido la discusión, el próximo día 15 en el Pleno del Senado, de la ley de Cámaras Agrarias, que puede quedar definitivamente aprobada.

El nuevo marco jurídico reducirá la actual estructura de 8.000 cámaras agrarias a una por provincia. Las comunidades autónomas con competencias en la materia, como es el caso de Galicia, podrán mantener estas instituciones a nivel local. Los sindicatos agrarios de la derecha (CNAG y UFADE-Jóvenes Agricultores) están frontalmente en contra del proyecto del Gobierno, mientras la Unión de Pequeños Agricultores, integrada en UGT, lo aprueba. La COAG rechaza los dos tipos de estructura.

Agrupaciones profesionales

Las críticas expresadas ayer por Giralt, que es a la vez presidente de UFADE, se centran en que las futuras cámaras quedarán a merced del Gobierno, ya que están definidas "como corporaciones dependientes de la Administración, con la única posibilidad de emitir informes cuando se les requieran".Las exigencias van dirigidas a que sean agrupaciones profesionales, sin dependencias del Gobierno, que puedan emitir informes libremente ante cualquier instancia y que mantengan sus servicios. Se inclinan a que exista al menos una cámara agraria por cada minicomarca. También piden que sea el Gobierno quien asuma, tras la disolución, los avales de algunos dirigentes en créditos para determinadas obras. Su cuantía se estima en 1.000 millones de pesetas.

Actualmente las cámaras administran la explotación de comunales, pastos y rastrojales y promueven la construcción de caminos y otros servicios en el campo. Para ello cobran cuotas o derramas a los agricultores. La prestación de servicios, que en el futuro pasarán a ser competencia de los ayuntamientos, es la clave de su fuerte influencia.

Giralt aseguró que con el mantenimiento de las cámaras agrarias, al margen de la nueva estructura que marca la ley, está asegurada la participación de entre 3.000 y 4.000 de las organizaciones existentes. Para la conservación de su patrimonio y actual naturaleza jurídica piensan recurrir ante los tribunales, tanto españoles como de la Comunidad Europea.

Para ello han contratado la defensa de sus intereses a un gabinete jurídico, coordinado por el catedrático Agustín Luna, y, al parecer, a los bufetes de Gómez Acebo-Pombo y Uría. El patrimonio de las cámaras, que Agricultura estima en 15.000 millones, tiene un valor de mercado de 170.000 millones de pesetas, según la Conca.

El congreso, al que los organizadores calculan que asistirán unos 10.000 miembros de plenos de las cámaras, se celebrará el domingo por la mañana en la Ciudad Deportiva del Real Madrid, en la capital de España. La organización costará unos 12 millones de pesetas, que están siendo sufragados con aportaciones individuales de 500 pesetas.

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