El Banco de España revisa sus previsiones y estima que la economía crecerá el 3% en 1986
El producto interior bruto crecerá en 1986 "muy cerca del 3% en términos reales", según el Banco de España, que de esta forma rectifica sus anteriores previsiones, en las que consideraba muy dudoso alcanzar esta cifra. Esta modificación sobre el análisis de la economía española, realizada con los datos del primer semestre del año, ha significado variar sustancialmente todas las previsiones sobre la evolución de los diferentes agregados macroeconómicos.
Los datos recogidos por el Banco de España sobre el crecimiento experimentado en los nueve primeros meses del año permiten prever al cierre del año presente un aumento del producto interior bruto (PIB) a precios de mercado del 3%, cuando hace sólo un par de meses señalaba que "el PIB debería, durante el segundo semestre del año, acelerar su ritmo de aumento respecto al primer semestre hasta tasas anuales superiores al 5%", lo que en su opinión era dificil de alcanzar.El nuevo cuadro de previsiones, a la luz de los datos de los tres primeros trimestres, acepta esas previsiones difíciles de alcanzar, y apenas se duda de que el resultado final sea el 3% de aumento del PIB. Para ello se han modificado de forma sensible todos los agregados macroeconómicos. El consumo privado nacional se estima ahora que aumentará el 3,8%, cuando antes estaba cifrado en el 3%. El consumo público crecerá un punto más de lo previsto, hasta el 3,5%; y la formación bruta de capital se dispara casi tres puntos por encima de las previsiones de después del verano, hasta el 10,7%. Con todo ello, la demanda nacional pasará del 4% inicialmente previsto al 5,2% de ahora.
El fuerte aumento de la demanda nacional se compensa con una evolución similar de la exterior como consecuencia de una menor aportación positiva de las exportaciones españolas de bienes y servicios al crecimiento económico, que será del 1,6% en lugar del 2,3% inicial, y de un aumento muy fuerte de la aportación negativa de las importaciones. Mientras que con los datos del primer semestre se estimaba que las importaciones crecerían el 6,6%, con los de los nueve primeros meses se ha pasado al 12%. Ello representa que la aportación del sector exterior al crecimiento del PIB será negativa en algo más de dos puntos, cuando antes no llegaba a un punto.
El informe del Banco de España explica cómo es la demanda nacional, el consumo privado y el público, el que está tirando del conjunto de la economía dentro "de la mejora en el clima de la actividad que ha registrado este año el conjunto de los países europeos". Para la autoridad monetaria, "la tasa de inflación muestra una resistencia notoria a la desaceleración, la balanza comercial de productos no energéticos acusa un empeoramiento intenso y la contención del gasto público continúa enfrentada con grandes dificultades".
Consumo privado
El consumo privado, que tendrá un crecimiento del 3,8% en el conjunto del año, se ha visto impulsado por "el crecimiento de la remuneración de los asalariados, por el mayor crecimiento de los salarios monetarios y del empleo asalariado". Según el Banco de España, "los nuevos empleos originan un incremento de rentas de carácter más estable, que contienen una elevada propensión al consumo". Algo similar ocurre en la evolución del consumo público, tanto en lo que se refiere a la remuneración de los asalariados del sector público como a las compras de bienes y servicios de las administraciones.La evolución de la tasa de inflación española durante los 10 primeros meses del año confirma la desfavorable evolución de los precios que se viene manifestando desde el pasado mes de junio, y a pesar de la relativa moderación del índice de precios al consumo (IPC) en el mes de octubre. Para el Banco de España, durante 1986 han tenldo lugar tres fases distintas en la evolución de los precios. La primera corresponde al mes de enero, con la implantación del IVA y un 2,9% de incremento de precios; la segunda, que llega hasta el mes de mayo, muestra tasas moderadas de crecimiento, en torno al 0,3% mensual, y la tercera se inicia a partir de junio con elevaciones constantes de los precios, que en media subieron el 0,8%.
La aportación del sector exterior al crecimiento económico ha sido revisada a la baja a medida que han ido transcurriendo los meses, pero sobre todo a partir del inicio de la segunda parte de 1986. Las exportacio,les españolas de productos no energéticos han mantenido sus tasas de variación negativas "sin que se haya producido su deseada recuperación", como señala el Banco de España. Estas variaciones negativas se han compensado en parte por el fuerte aumento de las exportaciones de productos energéticos llevadas a cabo por las refinerías españolas.
Las importaciones energéticas, que durante el primer semestre habían mostrado descensos reales frente a 1985, han experimentado a partir de junio una fuerte expansión. Pero lo que ha echado por tierra todas las previsiones ha sido el fuerte aumento de las importaciones de productos no energéticos.
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