Discrepancias en la apertura de la 'cumbre' de la CE
El Consejo Europeo dedicó ayer el primer día de su cumbre bianual, que termina hoy en esta capital, a un exhaustivo análisis de los problemas sociales y económicos que afectan a la Comunidad, en los que se pusieron de manifiesto las posturas discrepantes entre la presidencia británica y algunos países de la CE, entre ellos España. Al mismo tiempo, y pendiente de la ratificación por las instancias comunitarias, los líderes europeos decidieron prorrogar por otros dos años el mandato del francés Jacques Delors como presidente de la Comisión Europea.
La reunión, que congrega al presidente François Mitterrand, a los 12 jefes de Gobierno de los países comunitarios y a Jacques Delors, dio comienzo a media tarde, después del almuerzo ofrecido por la reina Isabel de Inglaterra y el príncipe Felipe de Edimburgo en el palacio de Buckingham.La primera parte de la reunión, que se celebra en el nuevo centro de conferencias que está situado frente a la abadía de Westminster, se dedicó a la discusión del orden del día, y se acordó que se abordarían en primer lugar los temas de empleo y de creación de empresas, y el del mercado interior, unas de las prioridades de la primera ministra británica, Margaret Thatcher.
En su intervención, la señora Thatcher puso de manifiesto el progreso que se había conseguido en el presente año, pero añadió que habría que acelerar el ritmo de su puesta en marcha si se quiere conseguir el objetivo de suprimir los últimos obstáculos a la libre circulación de personas, mercancías y capitales en la fecha prevista de 1992. No se trata, dijo Thatcher, simplemente de aprobar un conjunto de normas, sino de que los países se den cuenta de los beneficios que supondrá para sus pueblos esta decisión.
La jefa del Gobierno británico, y presidenta de la CE hasta fin de año, recalcó, según manifestó uno de sus colaboradores, que precisamente una de las formas de competir con éxito con Japón es a través de la creación de este mercado interno que, entre otras cosas, permitiría corregir el desequilibrio en las relaciones comerciales, que asciende en la actualidad a 20.000 millones de dólares anuales (unos 2,6 billones de pesetas).
En otro momento, la primera ministra volvió a explicar su plan de lucha contra el paro, que los ministros de Trabajo deberían aprobar la semana próxima, consistente fundamentalmente en una gran agilidad en el mercado de trabajo y en la potenciación de las Pequeñas y medianas empresas, principales generadoras de empleo en las sociedades industriales.
La señora Thatcher rechazó los subsidios a las empresas, que "se han intentado y han fracasado", y se mostró favorable al desarrollo de los programas de formación profesional.
Por su parte, el jefe del Gobierno español, Felipe González, al referirse al mercado interior, reiteró el compromiso de España de cooperar a fondo en la puesta en marcha de lo que calificó de ambicioso objetivo. Pero hizo hincapié en que no se puede desarrollar este mercado si no se complementa con medidas de solidaridad tendentes a atenuar las diferencias de nivel entre las regiones pobres y ricas de la Comunidad.
Las discrepancias con las posturas británicas se hicieron más evidentes al hablar del tema del empleo. Aunque González empezó por reconocer que era necesario flexibilizar este mercado, puso especial interés en precisar que este concepto implicaba también una mejora de las relaciones laborales y del diálogo social entre empresarios y trabajadores. También abogó por un reparto más cualitativo de los fondos estructurales (social y regional) de la CE en las zonas menos favorecidas de los doce.
Flexibilización del empleo
El jefe del Gobierno español dio a entender que España se había adelantado hasta cierto punto en materia de flexibilización del empleo fomentando, en lo que va de año, "la creación de tres millones de nuevos contratos provisionales", una cifra 30 veces superior a la de puestos de trabajo generados durante el mismo período, cifrados por el secretario de Estado para las Relaciones con la CE, Pedro Solbes, en 50.000.
Delors, nada más ser confirmado en su cargo, hizo unas declaraciones en las que recordó que durante la primera etapa de su mandato se produjo la ampliación de la Comunidad a España y Portugal y se aprobó el Acta Única. A continuación, prometió trabajar con todas sus fuerzas para que "el impulso no cese".
La señora Thatcher ofreció anoche una cena al jefe del Estado francés y a los primeros ministros en su residencia del número 10 de Downing Street, donde la primera ministra informó a sus homólogos europeos de sus recientes conversaciones con Ronald Reagan en Camp David. Los líderes europeos discutieron asimismo una serie de temas que serán tratados en la sesión de hoy, que incluyen terrorismo, drogas, cáncer y SIDA.
Por su parte, los ministros de Asuntos Exteriores se reunieron en otra cena donde se trataron las relaciones Este-Oeste, la forma de impulsar el proceso de paz árabe-israelí, así como Afganistán, de cuya invasión por parte de la Unión Soviética se cumplen siete años a fin de mes y que será objeto de un comunicado por separado.
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