Grecia anuncia la edificación de un museo junto al Partenón

La ministra de Cultura griega, Melina Mercuri, ha anunciado la realización de un concurso internacional de arquitectos para seleccionar el mejor proyecto de un museo que sería inaugurado al pie de la colina del Partenón en 1996, centenario de la celebración de los I Juegos Olímpicos. Según Mercuri, la única condición de los diseños es que proyecten el museo más bello del mundo. El coste de las obras será de 2.500 millones de pesetas.

"No hay condiciones sobre el diseño del edificio, que podrá ser moderno o tradicional. Pero hay una condición general: que sea el museo más bello del mundo, una joya de arte más para Atenas", ha declarado Melina Mercuri. La ministra espera coronar su carrera política con la devolución a Atenas de los 30 metros de friso del Partenón, obra de Fídias, y de una de las cariátides, llevadas a principios del siglo XIX a Inglaterra por el diplomático británico lord Elgin con permiso del sultán turco."Estoy segura de que esas esculturas retornarán a Atenas y serán depositadas en el nuevo museo", afirma ahora Melina. El Gobierno conservador británico negó el año pasado la repatriación de esas obras de arte, pero los laboristas han prometido la devolución.

Uno de los argumentos utilizados en contra de la devolución por el Museo Británico es el alto grado de contaminación de Atenas, que roería "los mármoles de Elgin" en pocos años. La ministra griega replica que el nuevo museo tendrá un clima artificial idóneo, mejor que el que Londres proporcionó a estas obras de arte durante casi un siglo, antes de la desaparición de la contaminación y la invención de los métodos modernos de acondicionamiento.

El Gobierno griego sabe que encontraría una invencible resistencia si quisiera sentar precedente de devolución de obras de arte acaparadas por antiguas potencias coloniales. Por ello ha elaborado una sutil argumentación sobre la mutilación de que ha sido objeto la acrópolis. El Partenón y las cariátides están incompletos, al faltarle al primero buena parte del friso y a las segundas una hermana. En el caso de otras obras de arte llevadas a Berlín, París o Londres, Grecia no insiste en su devolución.