Debate del aborto

En su día se dijo, por personas defensoras del derecho a la vida, que la reforma del Código Penal en lo referente al aborto, y en concreto a la legalización de tres supuestos, no era más que una vía que se abría y que le seguirían sucesivas ampliaciones. ¡Qué poco tiempo han dejado pasar para confirmar esta idea!Hace un par de días se ha realizado un aborto ante los medios de comunicación por el llamado método de la aspiradora. ¿Sabe la gente en qué consiste este método? Seguro que la mayoría no Existe un libro titulado Manual sobre el aborto, del doctor Wilke, editado por Eunsa.

En la página 40, figura VI, tiene unas fotografias de un aborto realizado por este método, y en la página 41 lo explica y dice: " (...) dicho tubo está conectado a un potente aparato de succión que destroza el feto y la placenta en pedazos pequeños, los absorbe y los dposita en una botella" Los pedazos son pequeños, efec tivamente, pero no lo suficiente para no distinguir los bracitos y las piernas. Duro, ¿verdad? Más duro es pensar qué mundo tan asqueroso (perdón por la palabra; no encuentro otra mejor) estamos construyendo entre todos, el mundo que vamos a dejar a nuestros hijos.

¿Cómo puede haber gente favorable al aborto y que lo realiza que luego mire tranquilamente a sus hijos y a sus amiguitos sabiendo que ninos de su misma edad han sido sacrificados en nombre del progreso y el bienestar social que dicen proteger?

En una sociedad en la que es preferible tener un buen coche cada dos años, o un buen equipo de música, o un vídeo, o salir de marcha, el defender la vida desde el momento mismo de la concepción es tachado de reaccionario antiguo... Yo no me considero ni lo uno ni lo otro.

Soy un joven de 25 años, con una maravillosa mujer y un hijo en camino, y me resisto a vivir en una sociedad tan hipócrita, tan retrógrada que es capaz de negar el derecho a la vida a un niño en nombre del progreso y la modernidad.

Tenemos que luchar todos por cambiar esta sociedad, por humanizarla y por ayudarla a encontrar el norte que ha perdido- Anibal Cuevas.