Un misterioso viaje a Moscú

NYT El presidente norcorcano, Kim Il Sung, viajó el pasado mes a Moscú en una visita oficial de cuatro días de duración que llamó la atención de los diplomáticos occidentales como algo misterioso, ya que dio la impresión de que había sido organizada en el último momento y produjo pocos resultados visibles.

Se especuló con que el presidente norcoreano podía haberse desplazado a la URSS para recibir tratamiento médico, pero su salud parecía normal cuando se entrevistó con Mijail Gorbachov y otros dirigentes soviéticos.

Diplomáticos occidentales aseguraron entonces que la visita podía haber producido un acuerdo secreto para mejorar la ayuda militar o para sentar las bases para una visita de Gorbachov a Corea del Norte el próximo año, en combinación con un viaje a Japón. Según los servicios secretos norteamericanos, tras el regreso de Kim, la URSS empezó a utilizar el espacio aéreo norcoreano. Además barcos de guerra soviéticos hacen escala regularmente en los puertos norcoreanos de Worisan y Nampo.

Se trató de la segunda visita de Kim a Moscu en dos años. Antes de su visita de 1984, había habido un período de 20 años sin contactos soviético-norcoreanos.