Risa en el 'metro'

Martes 28 de octubre. Son las 9.20. Me encuentro en el vagón de una unidad del metro parada en el túnel entre las estaciones de Alvarado y Estrecho, correspondiente a la línea 1. Estoy hojeando EL PAIS, y me entra risa guando leo que el señor García Alvarez, delegado y director gerente de la Compañía Metropolitano de Madrid, cita entre las causas que han aumentado la cifra de viajeros de este año respecto al anterior que "hay más servicio que nunca y se ha mejorado la regularidad...".Supongo que el señor García Álvarez también incluye la regularidad de las agobiantes paradas en mitad del túnel entre estaciones y de los dilatados tiempos de espera con el tren detenido en estas últimas, lo cual ha estado ocurriendo durante los meses de septiembre y octubre en la línea con una precisión desquiciante.

Si a esto unimos la antigüedad -incomodidad- y la suciedad de algunos coches utilizados en esta línea, a veces maquillados como viejos payasos, los comentarios del señor director gerente producen amargas carcajadas. Para hablar de los transportes públicos conviene usarlos con regularidad, y no sólo los días de inauguraciones, cuando, por supuesto, no hay que arrojarse en plancha suicida sobre la masa que rebosa por las puertas de los vagones para poder llegar a tiempo al trabajo. El tren sigue parado-