No van a Londres
No más tanta hipocresía en la realidad que vive la sociedad. Las mujeres que abortan eligen este camino en lugar del otro, que es maltratar al ser nacido de por vida porque le obligó la ley a venir al mundo, y al que nuncaquerrán con plenitud porque no lo desearon.La Iglesia olvida que Jesús condenó el peor pecado, el del fariseo, y esconden estadísticas de tantas mujeres con su pena, porque para ellas es un drama la decisión que toman, es su mayor condena porque no escapan a su conciencia. No hace falta ya que la ley les haga justicia, y muchísimo menos a los profesionales, médicos, etcétera, que lo único que hacen es evitar con su técnica que puedan morir, su primer derecho humano.
El Estado tiene que ayudar - y el Gobierno es el mejor que ¿demos tener para resolver. Justicia para los que no pueden ir a Londres, para los no privilegiados económicamente.- Josefa Carmen Sáenz de Santa María
