Los estadistas fueron al cabaré
El ambiente de cordial informalidad que Fidel Castro dispensó a Felipe González durante su viaje a Cuba tuvo una nueva expresión el sábado con la visita de ambos al espectáculo del famoso cabaré Tropicana, la mayor atracción nocturna del Caribe y cita obligada de los miles de turistas y visitantes que pasan por La Habana.La llegada de González y Fidel, al son musical de un hispano Pisa morena aumentó gratamente el tono del espectáculo, que se prolongó durante dos horas, en una exultante exhibición de típica salsa, oropel, plumas, muslos y lentejuelas del más de centenar de esculturales mulatas que toman parte en el espectáculo.
Es conocido que Fidel Castro no suele ser visitante asiduo de Tropicana. Pero excepcionalmente en el espacio de un mes ha acudido dos veces con sus amigos Raúl Alfonsín y Felipe González.
Hacía más de 12 años que Fidel no acudía el Famoso cabaré, comentaban algunos cubanos, orgullosos del gesto nocturno de Fidel Castro con el presidente del Gobierno español. Los dos subieron al éscenario a felicitar, a veces efusivamente, a las protagonistas del grupo artístico, con quien charlaron unos minutos, mientras los turistas, entre ellos algunos grupos de españoles, aplaudían el inesperado colofón del espectáculo.
No todos los días, decían algunos viajeros, se puede uno encontrar con tamaña sorpresas, viendo a Fidel Castro a unos metros como un aficionado más al cabaré y casi tocándolo con los dedos, sin que las metralletas de los hombres de seguridad te rocen los riñones, como en otros sitios, Lima por ejemplo, donde mayor fue el aparato de seguridad establecido para la visita del presidente del Gobierno español.
