Buenos por breves
Se agotaron las entradas para asistir a la segunda jornada de la celebración del quinto aniversario del sello discográfico Dro. Los tres grupos fueron muy breves, y apenas hubo tiempo para que los ánimos se calentaran, como suele suceder en cualquier recital rockero.En esta muestra seleccionada de la plantilla de artistas de esta compañía tan inquieta destacó la primera aparición pública de La Coartada, un quinteto creado por iniciativa de José Antonio Gómez, miembro del grupo Aviador Dro, que ha satisfecho así su pasión por canciones que sólo suenan a rock.
Se ha acompañado para ello de Santi Agudo a la voz (ex Ciudad Jardín), de Guillermo Martín a la guitarra y al bajo y de Dan¡ a la batería (ambos de Desperados), y de Charlie (ex Alpliaville) a los teclados, además de la colaboración de Javier Moro Encinas al saxo.
Aniversario de Dro
Conciertos de La Coartada (26 minutos de actuación), Los Nikis (22 minutos) y Gabinete Caligari (26 minutos). Sala Universal. Madrid, 15 de noviembre.
Se anunciaron como un grupoensalada, el último de Dro, y ofrecieron temas fuertes, como Nelly y, sobre todo, Seis disparos, y la balada Agencia de viajes Muerte, un curioso relato de destino fatal cuya melodía contagiosa logró conmover a los espectadores, que desconocían el repertorio de esta banda.
Santi cantó Lola, espontáneo y sonriente, con una chuleta delante, que delataba falta de seguridad en su interpretación de los textos.
La prisa, la improvisación, una prueba sin compromiso pueden ser su coartada.
Felices
Los Nikis, simples, espontáneos, pícaros y siempre divertidos, repasaron algunas de sus piezas rápidas -Diez años en Sing-Sing o Los niños del Brasil-, se acordaron de los Ramones con su clásica Ramona y de Miguel Bosé, al recrearse muy a su manera en el éxito Bandido. Tocan felices y firmes por el apoyo de sus fieles seguidores, que no cesan de saltar al son estruendoso de la instrumentación.Y Gabinete Caligari, reforzados por una guitarra más y un teclado, además de la presencia del inseparable Ulises al saxo y la armónica, acabaron el acontecimiento con la serie de sus grandes éxitos, de los que Cuatro rosas fue el más coreado.
Quisieron regalar para la ocasión festiva un par de temas de Rolling Stones y sin querer descubrieron su flaqueza: cuando se alejan del repertorio propio, de su estilo latino-rockero, carente de armonías o acordes complicados, tropiezan en el amaneramiento.
Disimularon este defecto en la balada Play with me, play withflre, pero rozaron el ridículo en su versión de Under my thumb, con un soniquete verbenero de los teclados que intentaba sustituir el famoso rif de guitarra.
Su entonación vocal se apreció muy sosa y sin la fuerza que después supieron descargar en el tema siguiente, Malditos refranes.
Babelia
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