'Guerra sucia'

La lectura de la carta publicada en EL PAÍS el día 29 de octubre, con el título Llamada ambigua, así como la invitación del Ministerio del Interior a comunicar cualquier cosa que pueda ser útil en la lucha contra el terrorismo, me anima a solicitarle la publicación de estas líneas. Tengo la sospecha de que una de las causas que mantienen vivo el terrorismo de ETA puede ser la forma de actuar del propio Ministerio del Interior.La tozuda insistencia en no ver un tema político de fondo a resolver como paso decisivo en la solución definitiva; el apoyo incondicional a las fuerzas del orden y a todos y cada uno de sus miembros en particular, sea cual sea su conducta; la continua referencia a que, o se está contra ETA, o se está con ella, pasando, por tanto, a ser sospechoso de colaboración con bandas armadas cualquiera que, aun descalificando la lucha armada en nuestro país, y las acciones concretas de ETA en particular, manifieste su preocupación con los medios habitualmente utilizados por los cuerpos de seguridad del Estado; el hecho de que cada vez que un asesinato de ETA (en especial los más indignantes) conmueve a la opinión pública y, presumiblemente, resta apoyo a la organización terrorista, a veces incluso en círculos muy próximos (asesinato de Yoyes); la conducta de los cuerpos de seguridad salga a la luz con presuntas torturas, desapariciones, versiones oficiales repetidamente acomodadas a nuevas evidencias y frecuentes goleadas en la portería de Interior; la corrupción policial; la incomparecencia de policías o guardias civiles presuntos miembros; de los Grupos Antiterroristas (de Liberación (GAL) al juez de Francia, no hacen sino acentuar la sospecha que antes señalábamos.

Se ha planteado el fenómeno del terrorismo como una lucha entre hombres de Harrelson y bandidos desarraigados sin ideología: no se quejen ahora de que la sociedad escoja su bando y se polarice.

No hay mejor justificación para el terrorismo que la guerra sucia por parte del Estado. Que la asistencia a las manifestaciones simultáneas de hace unos días inviten a reflexionar; si no, lo harán los resultados de las próximas elecciones en Euskadi.-