Ramos lanza una importante ofensiva contra la guerrilla comunista en Filipinas

La guerrilla comunista filipina del Nuevo Ejército del Pueblo (NPA) se ha comprometido a apoyar a la presidenta, Corazón Aquino, en caso de intento de golpe de Estado, informaba ayer el Manila Chronicle. Sin embargo, aún no hay acuerdo con la guerrilla para lograr una tregua. El jefe de las fuerzas armadas, Fidel Ramos, ordenó ayer lanzar una importante ofensiva contra los rebeldes.

El estado mayor del NPA, rama armada del Partido Comunista Filipino, anunció la decisión de apoyar a Aquino en caso de que se intente derrocarla, coincidiendo con los múltiples rumores de que se producirá un golpe durante la visita oficial que Aquino emprendió el lunes a Japón. Los rumores aumentaron cuando el ministro de Defensa, Juan Ponce Enrile, canceló ayer varias citas, entre ellas una con el embajador de EE UU, Stephen Bosworth, porque, según un portavoz, quería guardar silencio.En una larga sesión negociadora celebrada el lunes en Manila, delegados del Gobierno y del Frente Democrático Nacional (NDF, coalición encabezada por los comunistas) no alcanzaron un acuerdo sobre una tregua, aunque según el ministro de Agricultura, Ramón Mitra, hubo "progresos sustanciales".

Las negociaciones se reanudarán probablemente en los próximos días. Mitra no reveló si el acuerdo prevé una tregua de 30 días, como pide el Gobierno o de 100, como piden los rebeldes. Un escollo es la definición de los "actos hostiles" que supondrían vio quiere incluir los "actos de extorsión", supuesta fuente principal de financiación de los rebeldes.

Fidel Ramos ordenó a las tropas lanzar importantes ofensivas del NPA", ordenó Ramos. El NPA había realizado varios ataques, en los que murieron ocho personas, durante las conversaciones para la tregua, lo que para algunos mandos militares significa que el NDF no representa ni controla al NPA.

En Tokio, Aquino advirtió ayer que reprimiría toda rebelión y "desafío no democrático" de militares u otros oponentes contra su mandato, que expira en 1992. En el discurso pronunciado en un almuerzo ofrecido por el primer ministro japonés, Yasuhiro Nakasone, Aquino dijo: "Filipinas fuerte consolidará las defensas del mundo libre en el Pacífico y garantizará la estabilidad en la región". Nakasone afirmó que "Japón no menoscabará su apoyo a los esfuerzos de reconstrucción nacional de Filipinas".