España bloquea el mecanismo comunitario de ayuda a los países más pobres, en solidaridad con Latinoamérica

España manifestó ayer concretamente, por primera vez desde su ingreso de la Comunidad Europea (CE), su solidaridad con América Latina bloqueando la adopción de un mecanismo de ayuda a los Países Menos Avanzados (PMA) del que no podría beneficiarse ningún Estado iberoamericano.La aprobación de este mecanismo, que sólo se puede hacer por unanimidad, fue discutida ayer en la capital belga durante el Consejo de Ministros de Desarrollo de los doce, al que asistió en representación de España Luís Yáñez, secretario de Estado para la Cooperación Internacional e Iberoamérica, que para defender esta postura renunció a acompañar en su viaje al presidente Felipe González.

"No nos oponemos a la concesión de este tipo de ayudas", explicó Yáñez, poco antes de entrar en la reunión, "sino a los criterios en virtud de los cuales van a ser otorgadas por la Comunidad, que se remite a la lista de países más pobres elaborada por las Naciones Unidas, renunciando a realizar su propia elección".

El año pasado, en Ginebra, los diez se comprometieron a poner en práctica un sistema que garantice un precio mínimo, al margen de las fluctuaciones del mercado mundial, para los principales productos de exportación de los países considerados por la ONU como los más pobres del mundo y que no se benefician de la convención concluida entre la CE y los Estados de África, Caribe y Pacífico (ACP). De aquí a 1991 la aplicación de este mecanismo costaría aproximadamente 6.950 millones de pesetas.

Olvido

El compromiso alcanzado en la ciudad suiza no mencionaba, sin embargo, explicitamente la lista de las Naciones Unidas para designar a los beneficiarios, y la delegación española sacó ayer partido de este olvido para recordar que existen otros listados, como el del Banco Mundial, que, a diferencia de la ONU, sí incluyen a países latinoamericanos.

Yáñez no propuso que se adoptase esta otra lista de la institución financiera, que incluye nada menos que a siete Estados de aquel subcontinente, sino que se fijen criterios propios comunitarios para elegir a los beneficiarios del mecanismo, entre los que deberían figurar, en su opinión, algunos países de habla española. Aunque el secretario de Estado no quiso nombrar a ningún país, Bolivia, Santo Domingo y El Salvador son los que, al parecer, tiene "in mente".