La marginacion del área de Comercio

Después de meses en los que el enfrentamiento Fernández Ordóñez-Borrell constituía la primera línea de tensiones en el Ministerio de Economía y Hacienda, ahora es el área de Comercio el centro de atención del Ejecutivo. En ello influyen dos problemas estructurales y varios generados por las últimas coyunturas. Los primeros se refieren a la creciente incomunicación del secretario de Estado, Luis Velasco, con el ministro de Economía, Carlos Solchaga, y con sus homólogos, Fernández Ordóñez y José Borrell, así como con el secretario general del área, Guillermo de la Dehesa. El esquema se complica con el deseo de este último de abandonar la Administración y trabajar en el futuro inmediato en el sector privado.Además, en las últimas semanas las tensiones se han recrudecido a causa de lo que fuentes de Comercio califican de "marginación en decisiones de nuestra competencia". Se trata, en primer lugar, del paquete de medidas de importaciones de choque para corregir el rebrote inflacionario. Este paquete fue elaborado por el equipo de Fernández Ordóñez, y sólo un poco antes de ser aprobado fue presentado a Luis Velasco. Algún alto funcionario de Comercio afirma que conoció las medidas por los periódicos.

El segundo encontronazo se produjo con el decreto de inversiones españolas en el exterior, que fue aprobado en el Consejo de Ministros del pasado viernes. Velasco preparó un proyecto que fue rechazado por Solchaga en muchos de sus puntos. Sin embargo, el texto aprobado fue presentado por Fernández Ordóñez y preparado en el Banco de España.

Por último, para acompañar a Felipe González y Carlos Solchaga en su viaje a Ecuador, Perú y Cuba, Luis Velasco designé a Apolonio Ruiz Ligero, director general de Comercio Exterior, toda vez que el secretario general, Guillermo de la Dehesa, está a punto de abandonar el ministerio. Solchaga corrigió el deseo de Velasco, y De la Dehesa forma parte de la comitiva oficial del presidente.