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Un alto militar soviético acusa a EE UU de obstruir el desarme

Pilar Bonet

El primer viceministro de Defensa de la URSS, Piotr Lushev, acusó ayer a Estados Unidos de obstruir las negociaciones sobre control de armamento, al no secundar las propuestas que Mijail Gorbachov le hizo a Ronald Reagan en Reikiavik. Lushev, de 63 años, sustituyó ayer al ministro de Defensa, Serguei Sokolov, de 75, en las ceremonias militares celebradas en la plaza Roja de Moscú para conmemorar el 69º aniversario de la Revolución de Octubre.

Sokolov, que reemplazó al fallecido Dimitri Ustinov al frente del Ministerio de Defensa en diciembre de 1984, estuvo ausente de la tribuna del mausoleo de Lenin desde donde el líder Mijail Gorbachov y la, mayoría de miembros de la dirección soviética contemplaron bajo un ligera nevada el desfile militar y la manifestación, tradicionales del 7 de noviembre.En esta ocasión no hubo novedades armamentistas entre los tanques, vehículos blindados y misiles que cruzaron la Plaza Roja. Una de las notas más modernas fue la repetición del pase de los cohetes SS-21, tierra-tierra, que ya habían sido mostrados en mayo de 1985.

La manifestación civil, adornada con pancartas, globos y flores de papel, concentró sus con signas en los logros económicos y el apoyo a las decisiones del partido y a las iniciativas soviéticas en política exterior. En varias pancartas podía leerse el verbo " exigir", recabando una, "res puesta constructiva" de Washington a las propuestas de Moscú. La política de la Unión Soviética "responde a los intereses de toda la humanidad", en opinión de Lushev, quien no escatimó adjetivos de alabanza para las posiciones de su país y afirmó categóricamente que "sólo la ausencia de disposición de la Administración norteamericana para llegar a un acuerdo impidió los primeros pasos de un proceso real para evitar la carrera de armamentos y reducir el peligro de guerra nuclear".

El encuentro de Reikiavik fue mencionado por el líder Mijail Gorbachov en una recepción ofrecida inmediatamente después del desfile de la Plaza Roja. "Tras Reikiavik, se ha producido una nueva situación en las relaciones internacionales. No hay vuelta atrás", señaló Gorbachov. Según el máximo líder soviético, "el camino hacia adelante" pasa por "el nuevo pensamiento político" y la toma de conciencia de la "diversidad moderna de un mundo complejo y contradictorio".

La ausencia de Sokolov, ya esperada tras la publicación del programa oficial de ayer, propicia no sólo las especulaciones sobre el eventual estado de salud del ministro, sino también la tesis de la provisionalidad de su mandato.

[Gorbachov ha convocado a los jefes de los partidos comunistas de los países del Pacto de Varsovia para el lunes o el martes próximos, en Moscú, según fuentes diplomáticas de Bonn citadas por la agencia DPA, informa France Presse.]

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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