Juan María Bandrés: "Unas leyes más severas no hacen eficaz una policía ineficaz"

"El Gobierno central ha encubierto su ineficacia técnica, es decir, policial, frente a ETA con medidas endurecedoras que, por sí mismas, no significan un incremento de eficacia; unas leyes más severas no hacen eficaz a una policía ineficaz", dijo anoche el presidente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, en una conferencia pronunciada en Madrid, en el Club Siglo XXI.

Bandrés, cabeza de una candidatura de su partido en las elecciones autónomicas vascas, criticó algunos aspectos del nacionalismo, así como "la ceguera política" del Gobierno central en su tratamiento de la violencia, el terrorismo y la cuestión autonómica en general."Un sector del nacionalismo vasco es profundamente insolidario, y no con otros pueblos sino con el suyo propio, cuando flirtea con posibilidades de negociación política con ETA", dijo Bandrés. Esa negociación, tal como se plantea, "significa una quiebra absoluta del sistema democrático y una anulación del derecho a la representatividad de las fuerzas políticas vascas".

El conferenciante, que habló más de una hora de los orígenes y eventuales soluciones de la problemática vasca en general, fue presentado por el director de EL PAÍS, Juan Luis Cebrián, quien criticó a los que "se equivocaron de método" tratando de oponer la violencia frente a la violencia: "Juan María Bandrés es quien más valientemente ha atacado esta situación desde el Parlamento", dijo Cebrián, quien recordó cómo, hace seis años, un responsable de la política de seguridad del Estado llegó a afirmar que "la solución de los problemas en el País Vasco llegará el día en que el cadáver de Bandrés aparezca flotando en el Bidasoa".

Bandrés, que tributó en la persona de Cebrián "el homenaje que la sociedad y la democracia" debe a los periodistas, aseguró que "hay mucho que criticar del nacionalismo". Algunos nacionalistas muestran una "ceguera política" al no querer admitir "que la presencia y la actuación de ETA es un poderoso obstáculo no sólo para la normalización democrática de la sociedad vasca, sino también para el propio proyecto nacionalista". Según el conferenciante, el nacionalismo necesita modernizarse, adoptando, entre otras cosas, "un lenguaje que no centre su capacidad crítica en la bota de Madrid".

El miedo en Euskadi

Bandrés se refirió al miedo que sienten importantes sectores vascos, miedo que hace que en ocasiones "se consientan a ETA, es decir, se acepten pasivamente, cosas que no se hubieran consentido ni bajo el franquismo". Según el conferenciante, ETA "ha conseguido instalarse en la sociedad vasca como un auténtico poder fáctico".Entre las soluciones que planteó para resolver la problemática vasca, se encuentran la adopción de una política "donde incluso la mera sospecha de la existencia de malos tratos o torturas no pueda ser tolerada ni siquiera como caso aislado". También pidió un nuevo enfoque de la cuestión de Navarra "reconociendo la pluralidad de la propia sociedad" en esta comunidad. Completar las transferencias pendientes previstas en el estatuto de autonomía, una concertación económica y un compromiso para la política educativa y cultural, fueron otras de las propuestas presentadas por Bandrés.

Por otra parte, en la cena posterior a la conferencia Bandrés endureció aún más el tono al referirse a la ley antiterrorista, a la que calificó "sumamente peligrosa, porque propicia la tortura". Esto y otros opiniones sobre la ley provocaron un cierto malestar en el fiscal general del Estado, Javier Moscoso, presente en la cena, que reconoció que la ley es "incómoda". "Nos preocupa a todos aunque no comparto algunos calificativos", dijo.

Bandrés dijo que consideraría "legítimo que el pueblo vasco decidiese separarse del resto de España", siempre que no se hiciera la tiros" y añadió que es sintomático que ningún programa político ante las elecciones autonómicas del 30 de noviembre se refiera a este tema.