Apertura del congreso comunista albanés tras la muerte de Hoxha
El IX Congreso del Partido del Trabajo de Albania, oficialmente estalinista y reñido con Moscú desde el año 1960, se abrió ayer en Tirana. Es el primero que se celebra desde la muerte, en abril de 1985, de Enver Hoxha, quién dirigió inapelablemente, desde 1945, el destino de este estratégico país mediterráneo de tres millones de habitantes y una superficie similar a la de Galicia.No se espera que Ramiz Alia, sucesor de Hoxha, introduzca cambios de bulto. Hace año y medio, Alia prometió ante al ataúd de Hoxha: "Albania seguirá siendo siempre roja, como tú la quisiste". Es poco probable que ahora tolere un brusco viraje ideológico.
Ante la penuria de información sobre Albania cunden rumores en los medios diplomáticos. Se afirma que la Prensa nacional critica a la juventud que no querría tener que desplazarse a trabajar a las provincias del interior. Se dice que los duros históricos del régimen están escandalizados ante el destape relativo de la moda y la programación televisiva.
La Unión Soviética sobre todo, y también Estados Unidos, han hecho intentos de reconciliación con Tirana. Los telegramas de felicitación que Moscú envía con motivo de la fiesta nacional albanesa del 29 de noviembre son puntualmente devueltos a sus destinatarios. EE UU no se atreve a enviarlos.
Fuentes diplomáticas albanesas aseguran que Tirana está satisfecha con el reciente establecimiento de relaciones diplomáticas entre España y Albania. Han quedado lejos los tiempos en los que Alia reprochaba a Santiago Carrillo acatar la monarquía. El 12 de octubre pasado, Alia felicitó calurosamente al Rey de España con motivo de la fiesta la Hispanidad.
