'Operación limpieza' contra el fraude en el sector turístico del archipiélago
Las recientes sanciones impuestas por la inspección de Trabajo a diversos establecimientos extrahoteleros de Tenerife ha suscitado especial inquietud en las islas, al interpretarse como el primer aviso de una operación limpieza a gran escala para combatir el fraude y la ilegalidad en el sector turístico. La principal organización empresarial del ramo apoya el esfuerzo de la Administración central, que coincide con varias medidas del Gobierno autónomo para poner orden en la principal fuente del desarrollo del archipiélago
Las primeras multas han recaído sobre industriales de la playa de las Américas, municipio turístico en apogeo del sur de Tenerife, donde se habían registrado numerosas denuncias en los dos últimos años. La Asociación Empresarial Hotelera y Extrahotelera de Tenerife (Ashotel) y el sindicato UGT han acogido satisfactoriamente dicha medida disciplinaria.
En una acción coordinada de la policía y la inspección de trabajo se penalizó a tres empresas —Canary Investments, Sunret Bay y Atlantic Sun Club— con 12,5 millones de pesetas por la contratación ilegal de trabajadores extranjeros. Algunas de estas firmas eran reincidentes. "Nosotros habíamos denunciado continuamente en el Consejo Regional de Turismo que una serie de inversores que defraudan a Hacienda prohíben elecciones sindicales y prefieren emplear a trabajadores foráneos antes que a españoles", señaló José Antonio
Luis Pérez general de la Federación Provincial de Hostelería de UGT. Según aseguró el gobernador civil, Antonio Martinón, el decreto sancionador de 1985 posee, por el aumento de la cuantía de las sanciones, mayor capacidad disuasoria.
Multas de 100.000 a un millón
La alarma en los ambientes turísticos se acentuó al coincidir la iniciativa de la Administración central con una actuación similar de los representantes autonómicos. La consejera de Turismo y Transporte, María Dolores Palliser, ha puesto en práctica su reciente ley reguladora del régimen disciplinario en materia de establecimientos de tipo turístico y asimilados para reprimir con sanciones que oscilan entre 100.000 y un millón de pesetas a 23 pubs y cafeterías que carecían de permiso de apertura y alteraban con sus ruidos el descanso nocturno. "Esta vez las multas van en serio; no podemos admitir la competencia desleal", afirmó Palliser. Eduardo Solís, gerente de Ashotel, aplaude la solución de la consejera, después de haber pasado alguna noche en blanco en hoteles canarios a causa del estruendo.
Los propietarios de los locales afectados por este correctivo han creado un comité de disciplina para que "no pague justo por pecador". En una entrevista celebrada con autoridades del Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de la zona, han pedido que intercedan ante la consejera para que suavice las sanciones.
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