La Cruz Roja y Suráfrica

En el nombre de la liberación de los hombres, como casi siempre, la barbarie acaba de dar un gran paso. En los peores momentos del nazismo, del gulag, de la II Guerra Mundial o del cuadragenario conflicto de Oriente Próximo, nadie se había atrevido a proponer y aceptar que la Cruz Roja abdicase de su neutralidad y suspendiese su papel universalmente ingrato (...) de mediación entre irreconciliables. Su ley era no juzgar, su regla absoluta el secreto. (...) Y en ese campo la institución aparecía como sacralizada, mientras que con dulzura inflexible conseguía con frecuencia lo que ninguna violencia estaba en condiciones de alcanzar.(...) Un informe inconscientemente feroz del Departamento de Comercio americano sostiene que Suráfrica está a punto de convertirse en "un Estado africano como cualquier otro..., un régimen opresivo incapaz de solucionar sus propios problemas de modo positivo". Tal frase debería haber hecho saltar a los caciques de la OUA, pero éstos han callado.

Tan sólo ha protestado el embajador de Pretoria, aduciendo que su país había sido insultado. De hecho, se trata de un país en el que por lo menos se sabe quién está y quién no está en prisión y donde hay un Tribunal Supremo que funciona (...)

(...) La votación de Ginebra es de tal trascendencia que es previsible que abra los ojos de muchos. No es el apartheid lo que ha quedado tocado en Ginebra, sino el derecho de defender a los que sufren. (...)

28 de octubre