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CIENCIA

El aislamiento de un gen contra el cáncer despierta un gran interés en el mundo científico

Científicos norteamericanos anunciaron el pasado miércoles, a través de la revista científica Nature, el aislamiento del primer antioncogén, un gen que se cree tiene la propiedad de frenar el crecimiento y cuya ausencia da lugar a un determinado tipo de cáncer. El anuncio ha despertado un interés similar al surgido hace 10 años, cuando se aisló el primero de los oncogenes, que se cree contribuyen a la aparición de diversas formas de cáncer.

Los científicos norteamericanos, al conseguir aislar por primera vez un antioncogén, han iniciado una etapa decisiva en la lucha contra el cáncer y han sido los rimeros en obtener resultados concretos de los numerosos equipos de todo el mundo que persiguen el mismo fin.Desde 1971, los científicos sabían que existen en las células genes que, modificados por influencia de actores externos (como, por ejemplo, virus), pueden inducir cáncer. El organismo humano tiene unos 60 billones de células, y cada una de éstas contiene: entre 50.000 y 200.000 genes. Encontrar en esta ingente cantidad los culpables no fue cosa fácil, y fue un investigador francés, Dominique Stehlin, el primero en descubrir uno de estos oncogenes.

Desde entonces se ha aislado una treintena de oncogenes, lo que ha permitido comprender cómo una célula sana puede convertirse en una célula cancerosa cuando uno de estos genes convertido en loco le da la orden de multiplicarse de forma anárquica.

Efecto inverso

Estos últimos años, los investigadores han hecho un nuevo descubrimiento. Existen igualmente en nuestras células genes que tienen un efecto inverso, que tienen como papel impedir esta proliferación anárquica, y, por tanto, el desarrollo del tumor.Este descubrimiento les llevó a pensar que ciertas personas podrían tener un tumor por falta de uno de estos genes protectores. Este es el caso especialmente de los que sufren de tumores congénitos, como los que afectan a la retina, los huesos o los riñones, lo que ha constituido una pista para los investigadores.

"Las personas que sufren estos tipos de cáncer pudieron quizá perder uno de estos antioncogenes al perder un fragmento de cromosoma. Hemos situado, al examinar células de fetos, dónde se producía esta alteración, lo que permitió aislar el primer antioncogénes, declaró el científico Axel Kahri.

Así, el equipo dirigido por los médicos Thaddeus Dryja y Stephen Friend, de Boston (Estados Unidos), ha podido identificar un antioncogén que impide la aparición del retinoblastoma (tumor maligno de la retina) y del osteosarcoma (cáncer de huesos) que afecta a ciertos niños.

En el caso del retinoblastoma, por ejemplo, un niño normal tiene dos genes del tipo ahora aislado. La ausencia de ambos genes produce este tipo de cáncer.

Estos investigadores no han realizado todavía el experimento que constistiría en introducir este oncogén en una célula cancerosa para obtener su transformación en una célula sana, pero piensan realizarlo pronto.

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