Presión militar de Israel para forzar la liberación de un piloto capturado por Amal en Líbano
Una gran tensión reinaba ayer en todo Líbano tras el derribo, en la tarde del pasado jueves, de un avión israelí cerca de Sidón. Israel afirma haber rescatado a uno de los dos ocupantes del aparato y desconocer el paradero del otro. La milicia shií Amal asegura, por su parte, tener en su poder al desaparecido. La aviación israelí sobrevoló ayer Líbano, e importantes efectivos del Ejército judío se concentraron en el sur del país, en lo que han ser preparativos de una acción militar.
Según el movimiento shií Amal, el prisionero israelí capturado habla árabe, tiene un brazo fracturado y se encuentra, por lo demás, en perfecto estado de salud y en paradero desconocido. Otras fuentes cercanas a la organización aseguraban que había sido trasladado a un hospilal de Beirut. Las autoridades israelíes han advertido a Amal que "Israel hará cualquier cosa, en cualquier lugar y a cuaquier precio" para conseguir la liberación de su soldado.El derribo de un Phantom del Tsahal durante uno de los habituales ataques contra campamentos de refugiados palestinos próximos a la ciudad surlibanesa de Sidón ha provocado euforia en las filas de los combatientes musulmanes libaneses. La alegría ha alcanzado incluso al Líbano cristiano, donde muchos ciudadanos se felicitan en voz baja del fin de la impunidad israelí. En 13 ocasiones anteriores, los aviones israelíes habían bombardeado Líbano este año. Sólo el jueves el portavoz militar de Tel Aviv no pudo añadir la frase habitual: "Todos nuestros aparatos han regresado a su base sanos y salvos".
Pero aparte de este hecho, el resto es confusión. No se sabe si el Phantom fue abatido por artillería antiaérea o por un misil tierra-aire del tipo SAM-7. Tampoco hay certeza sobre el destino de sus ocupantes.
Tras ser alcanzados, los pilotos israelíes se arrojaron en paracaídas y cayeron en el triángulo formado por las localidades de Tamburit, Maghduche y Ankun, cerca de Sidón. Es una zona controlada por los milicianos shiíes de Amal. Testigos presenciales contaron que los paracaidistas fueron tiroteados durante su descenso y que pareció que uno de ellos había sido alcanzado. Eso hizo correr una primera versión acerca de la muerte de uno de los pilotos.
Era ya de noche en Líbano cuando se desencadenó una febril caza al hombre. A pie y a bordo de vehículos, los hombres de Amal empezaron a rastrear la zona. Pero en Israel la vida de un soldado tiene un elevado precio. El Ejército israelí nunca deja heridos o prisioneros sobre el terreno, y su reacción inmediata provocó una situación apocalíptica.
Ya el pasado febrero Israel efectuó una miniinvasión del sur de Líbano en un vano esfuerzo por recuperar a dos de sus hombres, que habían sido capturados por milicianos del proiraní Hezbollah. Esta vez no hubo invasión, sino un espectacular despliegue de aviones, helicópteros y buques. En menos de 24 horas, Israel había sufrido dos serios reveses. El primero, el ataque con granadas contra soldados en el Muro de las Lamentaciones, acción reivindicada por la OLP. Y luego, durante lo que era un castigo a las bases en Miyeh-Miyeh de la central palestina, la pérdida de un avión.
Sidón era ayer una ciudad fantasmal, por la que sólo circulaban excitados combatientes musulmanes, en estado de máxima alerta ante la posibilidad de nuevas acciones israelíes. Y es que la noche del jueves al viernes había sido demencial en la ciudad y en todos sus alrededores. Aviones y helicópteros israelíes sobrevolaron hasta el alba la zona a baja altura, disparando bengalas. Frente a la costa, las cañoneras añadían más luz con potentes reflectores
Los aviones y barcos israelíes intercambiaban disparos con los combatientes palestinos y shiíes De la ferocidad de los combates daban prueba ayer grandes cráteres en los suelos.
La pugna fue especialmente intensa en las cercanías de Ankun, donde se desarrolló una carrera de velocidad para apoderarse del piloto o pilotos supervivientes. Al fin, un helicóptero localizó, rescató y trasladó hasta un barco a uno de ellos, según informó a medianoche el portavoz militar israelí. El piloto llevaba un moderno aparato electrónico que emitía una señal que sólo podía ser captada por sus. compañeros de armas.
La operación de búsqueda del segundo piloto montada por Israel fue ayer perceptible por todos los libaneses. Aviones de reconocimiento sobrevolaron Sidón y Beirut, provocando grandes estampidos al romper la barrera del sonido. Fuentes de las fuerzas de la ONU en el sur del Líbano informaron que importantes efectivos israelíes se habían concentrado en la región.
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