Último festejo de la temporada en Las Ventas

El último festejo de la temporada madrileña se celebra mañana en Las Ventas. Los tres novilleros del cartel -Pedro Lara, Román Lucero y Alain Bonijol- coinciden en señalar que buscarán un triunfo que les dé contratos en 1987. Sus respectivas trayectorias han sido bien distintas este año. Así, el madrileño Pedro Lara ha hecho el paseíllo en 19 ocasiones. "Es un número importante que te permite figurar arriba", dice, "y si tengo éxito, el domingo saldré lanzado para 1987". También de mañana depende la fecha de su alternativa.Lara se muestro autocrítico con sus dos anteriores actuaciones este año en Las Ventas. "Los novillos no ayudaron", afirma, "pero yo también pude estar mejor, con más ganas". Lara presume de ser un novillero que cobra siempre y tiene para vivir e incluso ahorrar. "Sé que no es muy habitual", comenta, "pero yo gano dinero toreando novilladas, lo que hagan los demás no me importa".

El zamorano afincado en Madrid Román Lucero sólo se ha vestido de luces en tres ocasiones esta temporada. "Es mi peor año desde que debuté con picadores hace ya ocho años" apunta. Su moral, no obstante, no se ha resquebrajado. "Estoy convencido de que valgo para esto", señala, "y mañana pienso demostrarlo como sea, voy a echar el veneno que llevo acumulado; además, necesito el triunfo que me garantice contratos el próximo año, aunque me consta que el ganado no es de garantía, pero igual se equivoca un novillo y embiste". Lucero se cortó la coleta en esta plaza tras una floja actuación en 1982, pero le ofrecieron repetir siete días después y se volvió atrás. "Fue una especie de montaje de mi apoderado de cara a la publicidad", dice.

Completa la terna el francés Alain Bonijol, que hace su presentación en Madrid: "El mundo de los toros es muy difícil, mandan el monopolio y los despachos. Ocurre en España y en Francia, donde el culpable es el empresario Simán Casas, que únicamente da oportunidades a los toreros que él lleva o intercambia con colegas españoles". Bonijol, que trabaja en invierno colocando cerraduras de seguridad, viene a Las Ventas dispuesto a todo: "Me la voy a jugar para, si me sonríe el éxito, obligar a Casas y a otros empresarios a que me contraten en 1987". La novillada de mañana pertenece a la ganadería de Albaserrada.