Carlos Benet Cañete,
senador del Partido Demócrata Popular (PDP) por Melilla, decidió la semana pasada cambiar el traje de ejecutivo por ropa de pobre y, con 6.000 pesetas en el bolsillo, presentarse en Madrid para vivir in situ las miserias de un parado. Benet intentó apuntarse en las oficinas de empleo de la capital. En la primera no se lo permitieron, al no estar censado en Madrid; en la siguiente ya no tuvo reparos en hacer trampas y falsear el domicilio. Pero lo que más impactó al parlamentado fue el consejo de los funcionarios de la ventanilla: "Mire, si quiere trabajo lo mejor es que se busque un amigo". Así las cosas, el senador, que se alojó en albergues de caridad, ha afirmado que estuvo a un tris de ponerse a pedir en una esquina.. Después de este contacto directo con el pueblo, ha elevado una pregunta formal al ministro de Trabajo poniendo en duda la utilidad de las oficinas de empleo.
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