Arantxa Argüelles y Antonio Castilla ganan el Concurso de Danza de París
Arantxa Argüelles y Antonio Castilla ganaron ayer el Gran Premio de la Villa de París por parejas en el II Concurso de Danza Clásica que celebra la ciudad cada dos años. Arantxa y Antonio, de 15 y 25 años de edad, respectivamente, interpretaron el Paso a dos de don Quijote, con cuya ejecución obtuvieron dos de los más importantes premios del certamen, además del máximo galardón.
El premio Évian al equilibrio, atribuido a la mejor pareja clásica, y el premio Fradqoff, también a la mejor pareja clásica, también fueron conseguidos por la pareja española, con lo que han totalizado algo más de dos millones de pesetas, cifra no alcanzada por ningún otro concursante.Ya el ensayo de la tarde de ayer había sido una prueba durísima para los jóvenes bailarines españoles. En el patio de butacas estaba un grupo de ancianos venerables, de donde salieron los primeros pronósticos alentadores: eran los antiguos profesores de la ópera, los críticos de la tradición parisiense y hasta el mismísimo Igor Yourkievich, actual promotor del concurso de ballet clásico de Nueva York, en primera fila.
Finalizado este ensayo, no cabía la menor duda que Argüelles y Castilla estarían entre los favoritos. Pero en la prueba de la noche, el jurado presidido interinamente por Claude Bessy, directora de la escuela de danza de la ópera de París, no lo tuvo demasiado difícil ante la brillantez y serenidad que demostraron los bailarines españoles, cuya coordinación estuvo en todo momento por encima del resto de los concursantes.
La nota exótica la puso la pareja de bailarines chinos que participaba fuera de concurso. No sólo no resultaron ser bajitos y amarillos, sino que demostraron poseer una gran técnica académica, llevándose al final todos los aplausos, que fueron reprimidos a lo largo de la noche por una campanilla que esgrimía un miembro del jurado. Los aplausos estaban terminantemente prohibidos al final de las interpretaciones.
Arantxa Argüelles y Antonio Castilla bailarán hoy por la noche en una gala en la sala Garnier de la ópera de París, junto a las grandes estrellas de este teatro, en una ceremonia presidida por madame Chirac, en la que les serán entregados los premios obtenidos.
El nivel artístico del concurso ha sido calificado por los especialistas como de muy alto y de grandes exigencias. La Prensa pariense sólo se había hecho eco hasta ayer de la presencia de dos jóvenes parejas de bailarines soviéticos, entre las que estaba Inna Petrova, que venía avalada por la medalla de oro del prestigioso concurso moscovita del Bolshoi, y que en París sólo ha obtenido un premio de consolación.
Antonio Castilla ha sido una de las revelaciones del concurso, por la limpieza de su ejecución y su voluntad interpretativa, que todos coinciden en alabar.
